Decenas de presidentes, primeros ministros y reyes, así como miles de diplomáticos, negociadores, empresarios, activistas y periodistas se congregaron en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij, sobre el mar Rojo, para participar de las discusiones sobre cambio climático, que se extenderán hasta el 18 de noviembre.
Nuestro tiempo acá es limitado y debemos aprovechar cada segundo", dijo el presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, al inicio de las sesiones de la primera de jornadas dedicada a las intervenciones de los cerca de 120 líderes mundiales asistentes.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) presentó este lunes un plan de acción de más de 3.000 millones de dólares para que entre 2023 y 2027 toda la población mundial esté protegida por un sistema de alerta temprana de desastres meteorológicos.
"Las comunidades vulnerables en las zonas sensibles se ven sorprendidas por una sucesión de desastres climáticos sin ningún medio de alerta preventiva", afirmó este lunes el secretario general de la ONU, António Guterres, en la COP27 (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2022) en Egipto.
Los 3.100 millones de dólares del plan de acción deberán cubrirse como parte del esperado aumento de la financiación destinada a la adaptación al cambio climático, consignó la agencia AFP.
La humanidad se enfrenta a la disyuntiva de "cooperar o morir" ante el calentamiento global, en una dramática exhortación al inicio de la reunión de líderes mundiales de la conferencia COP27 sobre clima.
Más temprano, Guterres conminó a los gobernantes a asumir sus compromisos o a "morir" por la inacción.
"La humanidad tiene una elección: cooperar o morir. O un pacto por la solidaridad climática, o un pacto por el suicidio colectivo", afirmó en su discurso.
El secretario general de la ONU evaluó que, aun en medio de la guerra Ucrania-Rusia, “y otro conflictos” no puede aceptarse que "la atención no esté en el cambio climático, que tiene su propio calendario".
La cumbre sirve como escenario para evaluar la marcha del compromiso adoptado por los países en la icónica COP21 celebrada en Francia en 2015, de reducir las emisiones de gases al nivel necesario para asegurar que el calentamiento global no supere los entre 1,5 y 2 grados centígrados para fines de siglo respecto de los valores preindustriales.
Expertos de la ONU ha advertido que, con los compromisos de reducción de emisiones actuales, la temperatura del plantea habrá aumentado 2,8 grados para fines de siglo, muy por encima de lo estipulado en el Acuerdo de París y niveles que, según dicen, serían catastróficos para la vida sobre la Tierra.
Según comentó la ONU, la inversión de 3.000 millones es "una cantidad irrisoria teniendo en cuenta las ventajas".
El dinero se destinará a cuatro ámbitos: mejor conocimiento de los riesgos; puesta en marcha de servicios de vigilancia y de alerta; refuerzo de la capacidad para actuar en el terreno; y transferencia de información sobre riesgos a todos aquellos que lo necesiten.
"Las alertas tempranas salvan vidas y procuran grandes ventajas económicas. Basta señalar la llegada de un fenómeno peligroso con 24 horas de adelanto para reducir un 30% los daños consiguientes", destacó Petteri Taalas, secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que elaboró este plan de acción.
De momento, menos de la mitad de los países menos desarrollados y sólo un tercio de los pequeños estados insulares en desarrollo disponen de un sistema de alerta temprana, según un reciente informe de la OMM y de la Oficina para la Reducción de Riesgos de Catástrofes de la ONU (UNDRR, por sus siglas en inglés).
"Las poblaciones de África, el sur de Asia, América Central y del Sur, y los habitantes de los pequeños estados insulares tienen 15 veces más riesgo de morir en una catástrofe climática", añadió Guterres.
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