Aviones israelíes atacaron "instalaciones militares" subterráneas en la Franja de Gaza, en respuesta al lanzamiento de cohetes desde ese enclave palestino contra su territorio, informó Israel.
La noche del jueves, el ejercito israelí y fuentes locales reportaron el lanzamiento de cohetes desde Gaza, los primeros desde agosto y 48 horas después de la victoria electoral del ex primer ministro Benjamin Natanyahu con su partido, Likud, en alianza con sectores de la derecha religiosa y ultranacionalista.
Horas antes de los cohetes, se informó de la muerte de al menos cuatro palestinos en diferentes episodios a manos de las fuerzas israelíes, dos de ellos en el campo de refugiados de Jenin, en los territorios ocupados palestinos de Cisjordania.
Después de los lanzamientos, "el ejército israelí atacó un sitio militar subterráneo de producción de cohetes" del movimiento de resistencia palestina Hamas, que controla la Franja de Gaza, informaron las fuerzas armadas en un comunicado recogido por la agencia de noticias AFP.
Fuentes de seguridad en Gaza informaron que hubo una decena de ataques sobre dos "lugares militares" en el centro de este enclave de 2,3 millones de habitantes, objeto de un bloqueo israelí desde 2007.
Por su parte, la Presidencia de la Autoridad Palestina acusó a Israel del repunte de la violencia y alertó que podría conducir a "un punto de no retorno" con consecuencias "devastadoras para todos".
"Hacemos responsable al Gobierno de Israel del repunte de las tensiones sobre el terreno contra el pueblo palestino y pedimos a la Administración de Estados Unidos que aplique aquello a lo que se ha comprometido y actúe inmediatamente para presionar a Israel para que detenga sus crímenes contra la población palestina", expresó el vocero de la Presidencia palestina, Nabil abu Rudeina, citado por la agencia palestina Wafa.
"No es aceptable permitir a la ocupación ganar tiempo para lograr sus objetivos de destruir el proyecto nacional palestino", aseveró.
Por su parte, el primer ministro palestino, Muhamad Shtaye, denunció el "castigo colectivo" impuesto por las autoridades israelíes contra ciudades y poblaciones palestinas en el marco de sus operaciones de seguridad, algo que -advirtió- "no será aceptado ni tolerado".
Shtayé, quien el jueves se desplazó a la ciudad cisjordana de Nablusa junto a un grupo de embajadores extranjeros, reiteró su llamado a la comunidad internacional para que garantice protección a la población, aplique las resoluciones relevantes de Naciones Unidas y "detenga a la ocupación y sus crímenes".
"La comunidad internacional envía un mensaje para detener el asesinato de nuestros hijos y el mensaje de nuestro pueblo es uno de paz, de búsqueda de un mañana mejor que pasa por el fin de la ocupación", afirmó el mandatario, según recogió Europa Press.