Alemania lamentó que algunos proveedores de energía, incluyendo países amigos como Estados Unidos, apliquen precios "astronómicos" al gas que le venden para compensar el corte de suministro desde Rusia derivado de la guerra en Ucrania.
"Algunos países, incluidos los amigos, a veces alcanzan precios astronómicos", indicó el vicecanciller y ministro alemán de Economía y Acción Climática, Robert Habeck, en una entrevista con el diario regional Neue Osnabrücker Zeitung
"Eso es un problema", afirmó el ministro, quien instó a la Comisión Europea a "hablar" con esos países.
Tras la invasión de Ucrania iniciada el 24 de febrero, Rusia empezó por reducir considerablemente sus entregas de gas a Alemania, antes de interrumpirlas completamente a principios de septiembre.
Previo al conflicto, el 55% de las importaciones de gas de Alemania provenían de Rusia.
Para salvaguardar su seguridad energética y proteger a su industria, Berlín tuvo que diversificar su lista de proveedores y aumentó en gran medida sus compras de gas natural licuado (GNL), que se importa mucho más caro.
Alemania, la primera potencia europea, como todo el continente, recurrió a Estados Unidos, cuyas exportaciones de GNL a Europa casi se duplicaron de 2021 a 2022.
"Estados Unidos vino a nosotros cuando los precios del petróleo se dispararon [...] Pienso que ese tipo de solidaridad también sería útil para amortiguar los precios del gas", declaró el ministro alemán, según informó la agencia de noticias AFP.
En plena subida de los precios del petróleo, Estados Unidos y sus aliados echaron mano de sus reservas estratégicas nacionales de barriles para rebajar la presión sobre los mercados.
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