El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, vencedor de la primera vuelta electoral de Brasil, convocó a los partidos opositores de todo el espectro político a respaldarlo en el balotaje del 30 de octubre contra el mandatario Jair Bolsonaro, quien se mostró "preocupado" porque su país puede "seguir el camino de Argentina".
Lula aseguró que el "60% de la población rechazó a este gobierno, por primera vez un presidente en ejercicio pierde en primera vuelta y ahora va a perder en la segunda".
"Somos especialistas en ganar elecciones en segunda vuelta", remarcó al reunirse con su comité de campaña. Lula pidió a sus aliados expandir el discurso y conversar con quienes no lo apoyaron ayer, porque a partir de ahora tomar posición no es algo "ideológico".
El objetivo es obtener el respaldo explícito de los candidatos derrotados Simone Tebet, del Movimiento de la Democracia Brasileña (MDB), que recibio 4,1% de los votos; Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista (PDT) , que obtuvo 3%, y Soraya Thronicke, de Unión Brasil, con 0,51%.
Durante cuatro horas, en un hotel de la región del Parque Ibirapuera de San Pablo, el comando de campaña de la coalición que respalda a Lula diseñó el plan para las cuatro semanas antes del balotaje contra Bolsonaro, a quien derrotó en la primera vuelta con 48,4% a 43,2% de los votos válidos.
Según el candidato, tiene el apoyo del partido Ciudadanía, una fuerza del centroderecha que apoyó a Tebet y del senador del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) Tasso Jereissati, uno de los políticos más influyentes en las clases altas del noreste brasileño y San Pablo.
"Si tengo que ir a hablar para ganar la segunda vuelta en San Pablo, llámenme, que Lulinha es paz y amor", dijo el expresidente, quien recordó que en los balotajes de 2002 y 2006 venció con no menos de 60% de los votos a sus rivales. "A partir de mañana deberá haber menos conversaciones entre nosotros y mas conversaciones con los electores que no nos votaron porque necesitamos conversar con aquellos que parece que no gustan de nosotros", dijo Lula.
"Esta polarización existe desde el inicio del año y nada ha cambiado", sostuvo. El expresidente agregó que la campaña de la segunda vuelta será más organizada porque se podrá confrontar entre dos modelos de país y ese es el debate que según el no se pudo hacer en la primera vuelta debido a que había otros candidatos.
"Tenemos que conversar con todas las personas que no votaron con nosotros; ahora, el posicionamiento no es ideológico, ahora vamos a conversar con todos los que tuvieron votos parque que podamos sumar en un bloque a los que son demócratas contra los que no lo son", aseguró el exmetalúrgico.
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