Las delegaciones de Rusia y Ucrania llegaron este 28 de febrero a la frontera de Belarús para iniciar unas conversaciones destinadas a detener la guerra en suelo ucraniano. Aunque el presidente Volodímir Zelenski se mostró escéptico al resultado de los diálogos, deja abierta cualquier solución posible. Paralelamente, continúa el asedio de las tropas rusas cerca a Kiev, la capital, y otras ciudades, donde el Ejército ucraniano resiste.
Ucrania entró en su quinto día en guerra, desde que el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó atacar al país el pasado 24 de febrero.
En medio de los bombardeos y agresiones desde distintos frentes, iniciaron las conversaciones entre las delegaciones de Kiev y Moscú, en la frontera ucranio-bielorrusa, junto al río Pripiat.
Este es considerado un punto medio por el mandatario Volodímir Zelenski, luego de que rechazara que se llevaran a cabo en Minsk, capital del país que colaboró con las tropas del Kremlin para atacar el territorio ucraniano desde el norte.
Mientras tanto, los combates continúan y las preocupaciones se extienden después de que el domingo Putin ordenó a las fuerzas nucleares rusas estar en alerta máxima. En tierra, se escucharon explosiones este lunes en Kiev y en la ciudad de Járkov, la segunda más importante de la nación.
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