A siete meses de iniciado el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania y con pocas probabilidades de que haya un cese al fuego en el corto plazo, el papa Francisco realizó por primera vez una contundente condena al presidente ruso, Vladimir Putin.
“Mi llamamiento se dirige ante todo al presidente de la Federación Rusa, suplicándole que detenga, también por amor a su pueblo, esta espiral de violencia y de muerte”, fue el textual del Sumo Pontífice en el marco de otra de sus tradicionales misas dominicales en la Plaza de San Pedro.
El mensaje de Franciso tuvo como eje central la guerra en Europa y también posó su atención en el primer mandatario ucraniano, Volodimir Zelensky.
“Por otro lado, dolido por el enorme sufrimiento de la población ucraniana después de la agresión sufrida, hago también un llamamiento al presidente de Ucrania para que esté abierto a serias propuestas de paz”, expresó.
El mensaje del Papa tuvo como eje central el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. “La evolución de la guerra en Ucrania se ha vuelto tan grave, devastadora y amenazadora que suscita gran preocupación. Y por esto querría dedicarle la entera reflexión del Angelus”, explicó.
“Me afligen los ríos de sangre y de lágrimas derramados en estos meses. Me duelen las miles de víctimas, especialmente entre los niños y tanta destrucción, que ha dejado sin casa a muchas personas y familias y amenazan con el frío y el hambre vastos territorios”, añadió Francisco.
“Es angustiante que el mundo esté aprendiendo la geografía de Ucrania a través de nombres como Bucha, Irpin, Mariupol, Izium, Zaporiyia y otras localidades que se han vuelto lugares de sufrimientos y miedos indescriptibles”, agregó al mismo tiempo que imploró: “¿Y qué decir del hecho que la humanidad se encuentra nuevamente delante de la amenaza atómica? Es absurdo”
El papa Francisco se marcha tras la plegaria del Angelus en su estudio con vistas a la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, el domingo 2 de octubre de 2022. El papa pidió al presidente de Rusia, Vladimir Putin, que detenga la "espiral de violencia y muerte" en Ucrania.
“¿Qué debe aún suceder? Cuánta sangre debe aún correr para que entendamos que la guerra nunca es una solución, sino tan solo una destrucción?”, se cuestionó Francisco.
“En nombre de Dios y en nombre del sentido de humanidad que alberga en cada corazón, renuevo mi llamamiento para que se alcance de inmediato un cese del fuego. Que callen las armas y se busquen las condiciones para comenzar negociaciones capaces de conducir a soluciones no impuestas con la fuerza, sino acordadas, justas, estables. Y serán tales si fundadas en el respeto del sacrosanto valor de la vida humana, así como de la soberanía e integridad territorial de cada país, así como de los derechos de la minorías y de las legítimas preocupaciones”, pidió.
Seguidamente, el papa Francisco amplió el círculo de pedidos para poner fin al conflicto bélico: “A todos los protagonistas de la vida internacional y a los responsables políticos de las naciones, pido con insistencia que hagan todo lo que esté en sus posibilidades para poner fin a la guerra en curso, sin dejarse involucrar en peligrosas escaladas y para promover y sostener iniciativas de diálogo”.
En la misma línea, exigió que se utilicen “todos los instrumentos diplomáticos, también los que hasta ahora no fueron eventualmente utilizados, para hacer terminar esta enorme tragedia”. “La guerra en sí misma es un error y un horror”, finalizó.