En una reciente aparición en un podcast con evangelistas, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció que en caso de no ser reelecto en las elecciones del próximo 2 de octubre se retirará de la política. A su vez, pidió disculpas por haberse burlado de las víctimas del COVID-19.
Según las encuestas, el principal candidato para quedarse con la presidencia es Lula Da Silva, con el 46 % de la intención de voto y una ventaja de 15 puntos sobre Bolsonaro, según un sondeo divulgado ayer.
“Si esa es la voluntad de Dios seguiré, pero si no es, pasaré la banda presidencial y me retiraré, porque con mi edad no tengo más nada para hacer en la Tierra si termina mi paso por la política el 31 de diciembre. Tenemos los mismos valores, patria, familia, propiedad y libertad”, sostuvo al canal evangelista de streaming Collab.
El presidente, del Partido Liberal, de 67 años, contó que no se siente “un salvador de la patria” tras dos horas de entrevistas, luego de que la TV Globo divulgara que Lula tiene chances de vencer en primera vuelta.
Asimismo, Bolsonaro descartó los discursos de amenazas de no aceptar el resultado electoral que viene repitiendo desde 2021, poniendo en duda el funcionamiento de las urnas electrónicas que se utilizan en Brasil desde 1998.
Jair Bolsonaro se mostró arrepentido por burlarse de las víctimas de la COVID-19
En la entrevista, el presidente brasileño también mostró arrepentimiento por algunas de sus polémicas declaraciones durante la pandemia, como cuando dijo que no era “sepulturero” para ocuparse del tema o de la negociación para adquirir vacunas.
“Me sobrepasé. Perdí la línea, en eso me arrepiento. La cuestión del sepulturero la quitaría”, afirmó Bolsonaro, quien también recordó que dijo que si alguien recibía la vacuna contra la COVID-19 se convertiría en un yacaré.
“Eso fue una figura de lenguaje”, dijo, a la vez que también se arrepintió de haber dicho que la llegada de su hija Laura, la primera mujer después de tener cuatro varones, “fue producto de un momento de debilidad” de su “hombría”.
Ahí metí la pata, es común que entre los hombres hablemos que cuando va a nacer un niño digamos si será consumidor o proveedor, una broma entre hombres, pero no hablo más esas cosas, mi comportamiento cambió, el sillón presidencial es un aprendizaje”, agregó.
Sin embargo, el mandatario ultraderechista defendió las acciones de su gobierno de impulsar la automedicación de la población con remedios sin efectividad como una forma de supuesta prevención, lo que le valió la acusación de la comisión investigadora del Senado.