Decenas de estudiantes protestaron en una provincia del este de Afganistán por el cierre de cinco escuelas secundarias que habían sido reabiertas la semana pasada ante la presión de la población local, pese a la prohibición instaurada por el Gobierno talibán en el país.
La semana pasada, cinco escuelas secundarias públicas para niñas de la provincia de Paktia reanudaron las clases, después de que cientos de estudiantes y jefes tribales exigieran su reapertura.
Esta decisión iba contra la política instaurada por los talibanes en marzo pasado, cuando decidieron prohibir la enseñanza secundaria para las niñas.
Cuatro de esas escuelas se encontraban en Gardez, capital de la provincia, y una en el distrito de Samkani.
Pero cuando las alumnas de las escuelas de Gardez fueron a clase, se les pidió que volvieran a sus casas, explicaron residentes de la zona a la agencia de noticias AFP.
"Cuando no permitieron que las niñas entraran en las escuelas, organizamos una manifestación", detalló Yasmin, una militante de los derechos de las mujeres.
Imágenes publicadas en las redes sociales muestran a chicas jóvenes, algunas de ellas vestidas con burkas que cubren todo el cuerpo, desfilando por el centro de Gardez bajo la mirada de residentes y comerciantes.
"Ellos (los talibanes) rompieron los teléfonos móviles de algunas manifestantes", para limitar la difusión de las imágenes, agregó la activista.
Un habitante de Gardez, que pidió anonimato por temor a represalias, confirmó que las estudiantes "comenzaron a protestar" cuando vieron "las puertas de su escuela cerradas".
"Protestaron pacíficamente, pero rápidamente la manifestación fue dispersada por las fuerzas de seguridad", explicó.
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