La conservadora Liz Truss asumió formalmente como primera ministra de Reino Unido y prometió sacar al país de la "tormenta" económica que lo sacude con un plan de reformas e inversiones para hacer frente a la crisis energética y la inflación, que alcanzó máximos históricos en la nación europea.
"Por muy fuerte que sea esta tormenta, sé que el pueblo británico es más fuerte (...) juntos podemos superar la tormenta", afirmó en un breve discurso en la puerta del número 10 de Downing Street, sede del Ejecutivo y residencia oficial.
La premier señaló que la economía, la sanidad pública y la crisis energética serán las tres prioridades de su Gobierno y aseguró que tomará "acciones esta semana para abordar las facturas de energía", cuya disparada asfixia a los británicos, reportó la agencia de noticias AFP.
Aunque admitió que la tarea "no será fácil", consideró que existe un margen para adoptar medidas que permitan hacer frente al aumento del coste de la vida.
Tras esta breve alocución, Truss entró en sus nuevas oficinas y residencia para nombrar a sus ministros.
Poco después fue felicitada en Twitter por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien se mostró confiado en "profundizar la relación especial" que mantienen ambos países desde hace décadas.
"Espero profundizar la relación especial entre nuestros países y trabajar en estrecha cooperación en los desafíos globales, incluido el apoyo continuo a Ucrania mientras se defiende de la agresión rusa", tuiteó el líder demócrata.
La vencedora en la interna del Partido Conservador, en la que derrotó al exministro de Finanzas Rishi Sunak en la carrera para reemplazar a Boris Johnson, había viajado esta mañana a Balmoral, la residencia de verano de la reina Isabel II en Escocia, donde la monarca, de 96 años, la invitó a formar gobierno.
Minutos antes de la audiencia, el primer ministro saliente presentó formalmente su renuncia a la reina, quien luego nombró a Truss como primera ministra.
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