Rusia se retiró de una isla ucraniana del mar Negro de importancia estratégica donde sufría bombardeos de Ucrania, pero mantuvo su ofensiva para rodear uno de los últimos baluartes de la resistencia ucraniana en la oriental región del Donbass.
El Ministerio de Defensa ruso dijo que las tropas se retiraron de la isla de las Serpientes, frente a la ciudad de Odesa, como gesto de "buena voluntad", pero Ucrania dijo que las fuerzas escaparon en dos lanchas tras ataques con artillería y con misiles.
El vocero del ministerio ruso, general Igor Konashenkov, insistió en que la retirada buscaba mostrar que "Rusia no está impidiendo los esfuerzos de la ONU de organizar un corredor humanitario para enviar por barco productos agrícolas desde Ucrania".
Kiev y países de Occidente acusan a Rusia de bloquear los puertos de Ucrania para impedir la salida de sus cereales y de exacerbar así la crisis alimentaria global provocada por la guerra entre dos grandes exportadores de granos y fertilizantes.
El presidente ruso, Vladimir Putin, negó hoy toda responsabilidad de su país con el riesgo de la crisis alimentaria mundial. "No pusimos ninguna restricción para la exportación de abonos, ni la de los productos alimentarios", dijo Putin al recibir a su homólogo indonesio Joko Widodo, cuyo país asume la presidencia rotativa del G20.
Además, responsabilizó a las sanciones occidentales impuestas a Rusia que, teniendo como objetivo especialmente a los propietarios de empresas productoras de abonos, hacen "difícil" el suministro de algunos productos a nivel internacional.
Rusia rechaza las acusaciones de que bloquea los puertos y dice que Ucrania debe desminar las aguas del mar Negro para permitir una navegación segura.
El mandatario ruso aseguró además que su país "no pone trabas tampoco a la exportación de trigo ucraniano" y agregó que Rusia está "en contacto permanente" con el organismo de la ONU encargado de este asunto.
Turquía y la ONU han estado intentado mediar un acuerdo para destrabar las exportaciones de trigo y maíz de Ucrania, pero las conversaciones aún no han dado frutos, y Kiev insiste en que Rusia podría aprovechar un acuerdo para atacar a Odesa.
El jefe negociador ucraniano para esta cuestión dijo hoy que todavía se estaba lejos de un entendimiento porque Rusia quiere aprovechar las conversaciones para concretar las metas de su invasión a Ucrania y sus ambiciones de dominar el mar Negro.
“Si hay conversaciones, participaremos. Pero eso no significa que vamos a aceptar cualquier opción que esté sobre la mesa", dijo el viceministro de Economía y principal negociador comercial Taras Kahcka.
"No funcionará ni será creíble ningún intento de basar una solución de seguridad alimentaria sobre la buena voluntad o la gracia de Rusia", agregó ante periodistas en Kiev.
Moscú fletó hoy desde una zona que ocupa en Ucrania el primer barco que sale del país con granos desde el bloqueo de sus puertos por la invasión iniciada a fines de febrero.
El buque cargado con 7.000 toneladas de cereales para "países amigos" y escoltado por la Marina rusa zarpó del puerto de Berdiansk, en la sureña provincia ucraniana de Zaporiyia, que está parcialmente ocupada por Rusia, anunció el funcionario nombrado por Moscú al frente de esos territorios, Evgeny Balitski.
La Presidencia ucraniana dijo en un comunicado que, hasta hoy, Rusia había sacado cereales de Ucrania solo por tierra. Kiev asegura que Moscú le robó millones de toneladas de granos de esta forma.
Rusia conquistó la isla, que su ubica en una transitada ruta marítima, en las primeros días de la invasión a Ucrania, a principios de marzo.
La isla se convirtió en símbolo de la resistencia ante la invasión después de que un grupo de guardias ucranianos que la defendía rechazara en un mensaje de radio la orden de rendirse lanzada desde un buque ruso.
Los guardias fueron capturados y luego liberados como parte de un canje de prisioneros.
Desde que la isla fue conquistada por Rusia, el Ejército ucraniano había bombardeado sin pausa a la pequeña guarnición rusa, que contaba con sistemas antiaéreos.
El comando militar del sur de Ucrania escribió en Facebook que durante la noche Rusia "evacuó apresuradamente los restos de su guarnición" de la isla después de "ataques de nuestras unidades de misiles y artillería", informó la agencia de noticias AFP.
"Doy las gracias a los defensores de la región de Odesa que han hecho todo lo posible por liberar un territorio estratégicamente importante", dijo en la aplicación de mensajería Telegram el comandante en jefe de las fuerzas armadas ucranianas, Valerii Zalujnii.
En el este de Ucrania, en tanto, el Ejército ruso continuó este jueves a paso redoblado su ofensiva para apoderarse de todo el Donbass, la región fronteriza con Rusia y rusoparlante formada por las provincias ucranianas de Lugansk y Donetsk.
Las fuerzas rusas están abocadas a la toma de Lisichansk, la última gran ciudad de Lugansk bajo control ucraniano, y controlan ya el 95% de Lugansk y la mitad de Donetsk.
El Estado Mayor Conjunto ucraniano dijo que el Ejército ruso estaba bombardeando Lisichansk y que había combates en los alrededores de una refinería de petróleo ubicada en los márgenes de la ciudad.
Separatistas ucranianos prorrusos que combaten junto al Ejército ruso dijeron más tarde que las fuerzas conjuntas habían tomado la refinería, una de las más grandes de Ucrania.
El gobernador de Lugansk, Sergii Gaidai, dijo en la aplicación de mensajería Telegram que unidades de reconocimiento rusas trataron de entrar hoy a Lisichansk pero fueron repelidas por los defensores ucranianos.
Agregó que las tropas rusas intentaban bloquear una ruta por la cual se reciben provisiones y de rodear por completo la ciudad.
Más al oeste, en el centro de Ucrania, hoy se realizaron los funerales de algunos de los 18 muertos que dejó un ataque ruso con misiles lanzado esta semana contra la ciudad de Kremenchuk.
Rescatistas continuaban hurgando entre los escombros de un gran centro comercial destruido por el ataque en busca de 20 personas que permanecen desaparecidas desde el ataque del lunes pasado.
Ucrania dijo que el misil ruso impactó en el shopping en momentos en que en su interior había más de 1.000 visitantes.
Rusia dijo que bombardeó un arsenal cercano al centro comercial y que éste fue alcanzado después por la explosión de municiones que había en el depósito de armas que atacó.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, condenó el ataque y pidió que se incluya a Rusia entre los países que patrocinan el terrorismo, mientras que Putin rechazó las acusaciones y dijo que Rusia no bombardea objetivos civiles.
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