Tras rechazar por "insuficiente" la rebaja de combustibles que decidió el gobierno de Guillermo Lasso, el movimiento indígena de Ecuador aceptó reunirse con ministros que intentan desactivar las masivas protestas que desde hace dos semanas mantiene en jaque al mandatario, cuya permanencia en el cargo seguirá siendo analizada este martes por el Congreso.
El ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, y miembros de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) -conformada por 53 organizaciones, 18 pueblos y 15 nacionalidades indígenas de Ecuador- mantuvieron un segundo acercamiento desde que comenzaron las protestas hace 15 días, en las que murieron cinco manifestantes y más de 400 personas resultaron heridas, entre policías y aborígenes.
La idea es "que podamos tener de alguna manera una política que pueda beneficiar más a los pobres", empezó diciendo Leonidas Iza, presidente de la Conaie, en la reunión en la Basílica del Voto Nacional de Quito, transmitida por redes sociales.
Unos treinta representantes de distintas organizaciones, incluida la Iglesia y la Defensoría del Pueblo, estuvieron presentes en la mesa de diálogo.
"Los pueblos indígenas realmente hemos sido insultados", continuó Iza, un ingeniero ambiental y líder indígena de la nacionalidad kichwa que ya había sido la cara de las protestas de 2019. Iza fue arrestado y procesado la semana pasada por presuntos delitos en su rol en las actuales movilizaciones y luego puesto en libertad.
Desde el movimiento indígena se exige el cumplimiento de un pliego de diez demandas, entre ellas que se reduzcan y congelen los precios de los combustibles, que se controlen los precios de los productos de primera necesidad, que no se privaticen empresas estatales y que no se amplíe la actividad petrolera y minera en la Amazonía
Lasso, un banquero conservador en el poder desde hace un año, anunció una reducción de los precios de combustibles, aunque en un porcentaje menor al que reclaman miles de indígenas que protestan, entre otras reclamos, por un mayor presupuesto educativo para una comunidad que representan un millón de los 17,7 millones de la población ecuatoriana.
"He decidido reducir el precio de la gasolina extra y ecopaís en 10 centavos (de dólar) por galón y el diésel también en 10 centavos por galón", dijo Lasso el domingo por la noche en un discurso transmitido por radio y televisión, una medida que llegó tras 15 días de protestas en las murieron cinco manifestantes y más de 400 personas resultaron heridas, entre policías y aborígenes.
De esa forma, el diésel bajará a 1,80 dólares y la gasolina corriente a 2,45 dólares.
Pero la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), que desde el 13 de junio bloquea vías y ocupa pozos petroleros en distintos puntos, que pusieron en una situación crítica.la producción petrolera del país, exige reducir las cotizaciones a 1,50 y 2,10 dólares, respectivamente.
"Esta decisión no es suficiente, es insensible", expresó este lunes la Conaie, en un comunicado firmado por el presidente, Leonidas Iza, La decisión del Ejecutivo "no se compadece de la situación de pobreza que afrontan millones de familias", indicó el texto que destacó que "nuestra lucha no cesa (...) y la protesta sigue vigente", informó la agencia de noticias AFP.
Poco después, la central indígena informó en su cuenta de Twitter que "ante la falta de voluntad de dar una salida a la crisis económica por parte del presidente de la República, la #Conaie y su estructura realizan un acercamiento con las otras funciones del Estado como @AsambleaEcuador #CNE con mediación de la Iglesia", y agregó en otro tuit que sus bases "permanecen movilizadas en vigilia de lo que pase".
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