Tras unos largos cinco años de obras de reconstrucción y restauración, la Catedral de Notre Dame volvió a abrir sus puertas con la presencia de algunas de las figuras más destacadas de la política mundial. En 2019, un feroz incendio provocó su cierre e impactó a todo el mundo. Aproximadamente unos 40 líderes mundiales se congregaron en París para la ceremonia del evento, que además contó con una reunión previa entre el presidente de Francia, Emmanuel Macron, su par ucraniano, Volodímir Zelenski; y el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump.Además, la reunión entre Macron y Trump fue retransmitida en pantalla gigante fuera de Notre Dame. Para el mandatario francés, la reconstrucción del histórico edificio era una prioridad, y de hecho había planeado hacer de la reapertura de la catedral con aires optimistas sobre el 2024, un año también marcado por los Juegos Olímpicos de París. La renovación no podría haber seguido adelante sin las numerosas donaciones de todo el mundo que recibió Francia, especialmente de Estados Unidos. Dicha obra incluyó un tejado totalmente reconstruido, una nave y un crucero limpios, un mobiliario nuevo y moderno y una iluminación modulable gracias a lámparas led. El órgano, fabricado hace tres siglos, fue desmontado, limpiado y vuelto a instalar. Si bien la nave de 60 metros de longitud se muestra ante los fieles de un blanco inmaculado, las capillas adyacentes lucen colores espectaculares, gracias al meticuloso trabajo de centenares de artesanos.
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