Tras la masacre de Texas en donde murieron 21 personas, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llamó a "no quedarse al margen" y hacer lo posible para "proteger la vida de nuestra gente" en el debate sobre el acceso a las armas de fuego en el país. El tiroteo que dejo como saldo la muerte de niños y maestras conmueve al mundo, y el mandatario se refirió al respecto.
“No podemos prohibir la tragedia, lo sé, pero podemos hacer que Estados Unidos sea más seguro. Podemos hacer lo que tenemos que hacer para proteger la vida de nuestra gente y de nuestros hijos”, dijo Biden durante un acto con graduados de la Universidad de Delaware.
Y agregó: "No es el momento de quedarse al margen. No es una hipérbole. Lo creo desde el fondo de mi corazón".
La postura de Biden sobre la portación de armas
El líder demócrata lleva más de un año instando al Congreso a impulsar una legislación que prohíba las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad y mejore el deficiente sistema de verificación de antecedentes para los compradores. Sin embargo, la oposición rechaza estas restricciones y las bloquea en el Senado, donde la limitada mayoría oficialista es insuficiente para sacarlas adelante.
El jefe de la Casa Blanca afirmó que "el mal" se metió en la clase de la primaria de Texas, pero también en el supermercado de la localidad de Buffalo, en el estado de Nueva York, donde dos semanas atrás un autoproclamado supremacista blanco mató a tiros a diez personas, principalmente afroestadounidenses.
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