China rodeó a Taiwán con aviones y barcos a modo de “advertencia”, en un nuevo capítulo del conflicto que amenaza a la isla autónoma, a la que el gobierno de Beijing considera una provincia rebelde y parte de su territorio. Los nuevos ejercicios militares, denominados Espada Conjunta 2024B, “ponen a prueba las capacidades operativas conjuntas de las tropas del teatro de comando”, anunció el Ministerio chino de Defensa. Horas después, el capitán Li Xi, vocero del comando oriental del ejército chino, anunció que las maniobras finalizaron “con éxito”.
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