El humo llega ya a Buenos Aires y cubre hasta 13 provincias del país. Llega desde el Amazonas, donde los incendios afectan a enormes extensiones de tierra en Brasil y Bolivia y desde algunas áreas del Perú y Paraguay. ¿La causa? Una sequía sin precedentes. La situación es dramática. “Usamos ramas y hasta pateamos el fuego”, contó a La Razón Radio Ciriaco Rodríguez, el alcalde de la localidad de Riberalta, en el departamento boliviano del Beni, fronterizo con Brasil. Las autoridades carecen de equipos básicos para combatir las llamas. En ese panorama dramático, el presidente Luis Arce ordenó la contratación de aviones cisterna para que se sumen a la lucha contra los incendios en el país. Se estima que el fuego destruyó 3,8 millones de hectáreas de bosques y pastizales este año, aunque fundaciones privadas elevan la cifra a más de 4 millones. El gobierno declaró una “emergencia nacional”. Unos 3000 bomberos combaten las llamas en el Amazonas boliviano. Otros 60 llegaron desde el vecino Brasil. En los próximos días arribarán contingentes desde Chile, Venezuela y Francia. ”Seguiremos trabajando para mitigar el impacto de los incendios, proteger nuestros ecosistemas y garantizar la seguridad de las comunidades afectadas”, dijo Arce.
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