Los último estudios médicos que le realizaron al rey Carlos III revelaron que el cáncer de próstata que le detectaron en febrero no desapareció. Esta noticia, sumado al rumor que comenzó a circular meses atrás sobre que el Palacio de Buckingham comenzó a preparar su funeral, generó alerta y temor en Reino Unido.Lo cierto, es que tras los resultados, el equipo de profesionales que atendió al monarca británico, le recomendó que reduzca su ritmo de actividades oficiales y no realice viajes. Por esa razón, desde la corona británica ya comenzaron a pensar en alternativas para reemplazar al rey en sus obligaciones.
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