Kate, princesa de Gales, llegó sonriente a Wimbledon para ver la final individual masculina, en su segunda aparición pública este año mientras se somete a quimioterapia preventiva contra el cáncer. Kate, aficionada al tenis y patrona del All England Lawn Tennis and Croquet Club de Wimbledon, llevaba un vestido morado brillante cuando entró en el recinto con su hija, la princesa Carlota, antes del partido entre Carlos Alcaraz y Novak Djokovic. La princesa de Gales, de 42 años y esposa del príncipe heredero Guillermo, fue sometida en enero a una operación abdominal que reveló la presencia de un cáncer. Desde entonces está en tratamiento.
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