El Reino Unido vivió una histórica jornada con la celebración de unas nuevas elecciones legislativas, donde según los primeros sondeos a boca de urna los laboristas lograron una victoria que pondrá fin a 14 años de gobiernos conservadores. De esta manera, los laboristas de Keir Starmer habrían obtenido 410 de los 650 escaños de la Cámara de los Comunes, con una holgada ventaja sobre los conservadores del primer ministro Rishi Sunak, castigados por los votantes, que obtendrían 131, su peor resultado en unas elecciones desde el inicio del siglo XX. Otra victoria -aunque en menor medida- fue para el partido de la extrema derecha liderado por Nigel Farage e impulsor del Brexit, Reform UK, quienes harían una entrada en el Parlamento con más fuerza de lo previsto, con 13 escaños, quedando detrás del Partido Liberal Demócrata (centro), que obtendría 61, según las estimaciones. Además, los independentistas escoceses, terceros en las elecciones de 2019, sufrirían un duro revés con diez escaños ganados en las 57 circunscripciones en que concurrían.