Decenas de miles de personas volvieron a manifestarse en Georgia tras la adopción parlamentaria en segunda lectura de una ley contra la "influencia extranjera", que según sus adversarios se inspira en una ley rusa para acallar a la oposición. Los manifestantes se congregaron, enarbolando banderas georgianas y de la Unión Europea, frente al Parlamento en Tiflis, donde un pelotón policial desató una violenta represión que terminó con 63 detenidos. Una ola de masivas protestas sacude esta pequeña exrepública soviética del Cáucaso desde que el 9 de abril cuando el gobierno inició el trámite de un proyecto de ley sobre la "influencia extranjera", que sus críticos argumentan que se inspira en la ley rusa de "agentes extranjeros", usada para silenciar la disidencia.