Unos 9.000 militares y policías tomaron el control de las tres provincias de Ecuador más golpeadas por el narcotráfico y la criminalidad, causa de más de 1.200 muertes en lo que va del año y de que el Gobierno decretara en ellas el estado de sitio.
La medida rige por 60 días en las costeras Guayas, Manabí y Esmeraldas -esta última, fronteriza con Colombia- e incluye un toque de queda nocturno para las zonas con localidades con mayor violencia, como Guayaquil, que es capital de Guayas.
Ya bajo el estado de emergencia, un cabo segundo de la policía fue muerto el sábado a tiros en esa ciudad portuaria, la más poblada del país, informó la Policía Nacional en su cuenta de Twitter.
"Paz en la tumba del cabo segundo Carlos Cortéz", tuiteó el sábado a la noche el ministro del Interior ecuatoriano, Patricio Carrillo, en memoria del policía asesinado.
"No es tarea sencilla recuperar la seguridad", agregó el ministro, añadiendo que "la falta de escrúpulos y los sórdidos motivos de los delincuentes no se impondrá.
Las autoridades no han presentado un balance global de los operativos, que según reportes dispersos dejan detenidos y el decomiso de armas y drogas.
La fuerza pública incursionó en convulsas y deprimidas zonas, donde el acceso era difícil para los agentes.
El gobernador de Guayas, Pablo Arosemena, dijo a la agencia de noticias AFP que la prioridad es restablecer el orden en áreas controladas por mafias.
"Necesitamos intervenciones prolongadas y sostenidas para que los índices de inseguridad se estabilicen y decrezcan" anotó.
Luego de varios operativos en el empobrecido Guasmo, en el sur de Guayaquil. "Esperamos que ellos (uniformados) ayuden a limpiar la ciudad de tanta gente mala", dijo Mercedes Ortiz, de 67 años, en la puerta de su vivienda, a AFP.
En su guerra declarada al narcotráfico, el presidente conservador Guillermo Lasso volvió a ordenar el viernes el estado de excepción en Guayas, Manabí y Esmeralda a causa de una grave conmoción interna por la inseguridad.
De la mano del narcotráfico ha crecido la criminalidad en Ecuador, con 1.255 muertos -entre ellos decapitados y mutilados- en el primer cuatrimestre de este año frente a los 2.500 de todo 2021 y 1.400 de 2020.
Cerca de 440 crímenes se han producido en Guayaquil y la vecina Durán, ambas las más inseguras. Un 60% del total de homicidios ha ocurrido en las tres de las 24 provincias ecuatorianas que ahora son patrulladas por militares.
Empero, el abogado guayaquileño Xavier Flores, especializado en derechos humanos, consideró que la movilización de las Fuerzas Armadas no será la panacea contra el crimen organizado.
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