Cientos de agricultores a bordo de tractores se manifestaron este jueves frente a la sede de la Unión Europea (UE) en Bruselas para denunciar ante los líderes del bloque, reunidos en una cumbre, altos costos y trámites burocráticos que reducen la rentabilidad de su trabajo, coronando dos semanas de protestas con epicentro en Francia. En un alivio para Francia y una luz de esperanza para otras naciones afectadas, los dos mayores sindicatos agrarios franceses, los que iniciaron la ola de protestas, pidieron el fin a los bloqueos de rutas del país aunque manteniendo las movilizaciones, luego de que el Gobierno anunciara medidas en atención a sus demandas. Un mayor control del origen de los productos agrícolas, ayudas al sector ganadero y la suspensión temporal de un plan para reducir el uso de pesticidas forman parte de la tercera tanda de medidas con las que el Gobierno francés del presidente Emmanuel Macron busca calmar la ira agraria, dijeron autoridades. Pero estas llegan cuando las protestas sobrepasaron ya las fronteras de la segunda economía de la UE y se extendieron a otros países como Italia, Alemania, Portugal y Grecia, a la espera de la entrada en juego de los agricultores de España, que han amenazado con sumarse y que mañana serán recibidos por el Gobierno. Uno de los principales puntos de tensión es el acuerdo de libre comercio que desde hace 20 años negocian la UE y el bloque de naciones sudamericanas del Mercosur -Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay- y que, según los agricultores, asestaría un duro revés a este sector en Europa.
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