En medio de una enorme tensión, disturbios y denuncias de golpe, el presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo, consiguió asumir la presidencia de su país este lunes a la madrugada. Tras un domingo convulsionado en el que la ceremonia oficial se retrasó por más de nueve horas por la negativa de un grupo de integrantes del Congreso que impedía el nombramiento de los nuevos representantes del pueblo guatemalteco. Para lograr ser nombrado presidente, Arévalo tuvo que esperar a que los 160 diputados que componen el Congreso de Guatemala para el período 2024-2028 pudieran tomar posesión de sus bancas, para recién tener vía libre para asumir su cargo. Los diputados que componen el Congreso para la legislatura 2024-2028 -entre los que figuran 23 parlamentarios del partido Movimiento Semilla, principal apoyo de Arévalo- tomaron posesión de sus cargos una vez clausurado el período 2020-2024. Los diputados del Movimiento Semilla están suspendidos de sus cargos por orden de un juez penal y de una comisión del Congreso, pero estas decisiones podrían quedar sin efecto si así lo decide la nueva junta directiva del Congreso y lo vota el pleno de la Cámara. “Aquí lo que están haciendo es dilatando la instalación del Congreso en su décima legislatura porque no quieren darle posesión a Arévalo. Se está fraguando el golpe de Estado”, había dicho a periodistas el diputado opositor José Inés Castillo. Decenas de manifestantes protagonizaron enfrentamientos con agentes antidisturbios en las afueras del Congreso.
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