Dos explosiones dejaron 103 muertos y 141 heridos este miércoles en un cementerio de la ciudad de Kermán, en Irán. Las detonaciones se produjeron en una zona cercana de donde se realizaba un homenaje por el cuarto aniversario de la muerte de Qassem Soleimani, el máximo comandante del país que murió en 2020 en un ataque con drones estadounidenses. Rahman Jalali, vicegobernador de la provincia de Kermán, declaró en la televisión estatal que fue “un atentado terrorista”. Nadie reivindicó el ataque de momento, el más mortífero en el país desde la revolución islámica de 1979. Las explosiones se produjeron en plena tensión en Oriente Medio y un día después de que el número dos de Hamás, Saleh Al Aruri, aliado de Irán, muriera en un ataque en Beirut, que las autoridades libanesas atribuyeron a Israel. Según la agencia IRNA, el primer estallido se produjo a unos 700 metros de la tumba del militar, mientras que la segunda fue a un kilómetro de distancia, lugar donde los peregrinos caminaban durante la celebración. Tras el hecho, imágenes captadas por los testigos se viralizaron en redes sociales. En esos videos, se mostraban grandes multitudes corrieron por la zona tras las detonaciones. Según la agencia IRNA, el primer estallido se produjo a unos 700 metros de la tumba del militar, mientras que la segunda fue a un kilómetro de distancia, lugar donde los peregrinos caminaban durante la celebración. Tras el hecho, imágenes captadas por los testigos se viralizaron en redes sociales. En esos videos, se mostraban grandes multitudes corrieron por la zona tras las detonaciones.
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