La Revolución cubana cumplió 65 años con el lanzamiento de un duro plan de ajuste que pone fin a subsidios en servicios esenciales y en alimentos, en un intento por detener el deterioro económico y social de la isla. Las inéditas medidas fueron anunciadas a fin de año, en vísperas de un nuevo aniversario de la llegada al poder de Fidel Castro y sus “barbudos” el 1° de enero de 1959. En concreto, el plan busca eliminar “distorsiones” en la debilitada economía cubana a través del aumento de precios de los combustibles, ajustes en las tarifas de luz y transporte y modificaciones en la tradicional libreta de abastecimiento con la que los cubanos compran productos de la canasta básica a precios subsidiados. “El programa va a tener una afectación en los derechos económicos, sociales y culturales de los sectores más desfavorecidos porque la inflación va a aumentar. El déficit fiscal es muy grande y está vinculado al financiamiento de las empresas estatales de servicios”, dijo a TN el coordinador del Observatorio Legislativo de Cuba, Raudiel Peña. El país vive hoy una severa crisis. Los cubanos aseguran que es incluso mucho peor que la vivida durante el “período especial”, el eufemismo con el que Castro definió la dramática situación que estalló en la isla tras el colapso de la Unión Soviética en los duros años ´90. “Hay alimentos, pero a precios inaccesibles para la mayoría. La libreta de abastecimiento tiene cada vez menos cosas. Los productos son de mala calidad y llegan con atraso. Hay muchas colas y se eliminan cada vez más productos subsidiados”, contó el actor y exmoderador del grupo disidente Archipiélago, Daniel Triana.
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