Las fuerzas israelíes bombardearon objetivos en el norte y el sur de Gaza, entre ellos un edificio de la Asociación Cristiana de Jóvenes, y decenas de palestinos resultaron muertos o heridos, a pesar del último llamamiento de Estados Unidos para reducir la campaña y centrarse en los dirigentes de Hamás.
En Khan Younis, en el sur, funcionarios sanitarios palestinos indicaron que el Hospital Nasser había recibido a 20 palestinos muertos en ataques aéreos durante la noche, además de decenas de heridos, entre ellos mujeres y niños.
Funcionarios sanitarios palestinos subrayaron también que los ataques israelíes sobre la ciudad de Gaza, en el norte, habían alcanzado la sede de la Asociación Cristiana de Jóvenes (YMCA), que da cobijo a cientos de desplazados, y que se habían registrado varios muertos y heridos.
La agencia de noticias oficial WAFA informó que al menos tres decenas de personas habían muerto en ataques contra tres casas del campo de refugiados de Jabalia, lo que los funcionarios sanitarios no pudieron confirmar.
El Ministerio de Sanidad de Gaza declaró que la ofensiva terrestre israelí y los ataques contra instalaciones médicas han dificultado la recopilación de información sobre víctimas en el norte de Gaza.
Los equipos de rescate creen que algunas víctimas permanecen enterradas bajo los escombros en algunas de esas zonas.
Los residentes de Gaza también informaron de intensos combates y bombardeos durante la noche en Sheijaia, Sheikh Radwan, Zeitoun, Tuffah y Beit Hanoun, en el norte, y en el centro, este y norte de Khan Younis.
"La Franja de Gaza se convirtió en una bola de fuego durante la noche, se oían explosiones y disparos en todas direcciones", sostuvo en declaraciones a Reuters Ahmed, electricista de 45 años y padre de seis hijos, desde un refugio en el centro de Gaza.
El asesor de seguridad nacional del presidente Joe Biden, Jake Sullivan, transmitió un mensaje a Israel el jueves y el viernes para que redujera la campaña y pasara a operaciones más selectivas contra los dirigentes de Hamás, según informaron funcionarios estadounidenses.
Durante la visita, funcionarios israelíes insistieron públicamente en que continuarían la guerra hasta erradicar a Hamás. Washington pareció reconocer el desacuerdo, ya que Sullivan dijo que el calendario era objeto de "intensas discusiones" entre los aliados.
El ejército israelí declaró el sábado que había bombardeado desde el aire un edificio en Yabalia después de que sus fuerzas recibieran disparos y se viera a militantes de Hamás en el tejado. No estaba claro si el edificio era uno de los que WAFA dijo que habían sido alcanzados.
El ejército indicó también que había matado a militantes escondidos en dos edificios escolares de la ciudad de Gaza y que había asaltado apartamentos de Jan Yunis repletos de armas, descubriendo lo que describió como infraestructura subterránea utilizada por Hamás, el grupo militante que dirige Gaza y que Israel ha prometido destruir.
"La situación empeora cada día. La comida es cada vez menor, el agua cada vez peor, sólo la muerte, el miedo y la destrucción son cada vez mayores", dijo Samira, de 40 años, madre de cuatro hijos, desplazada en Rafah, cerca de la frontera sur con Egipto.
"Cada noche pensamos que puede ser nuestra última noche, los bombardeos no cesan", declaró a Reuters por teléfono. "¿Cuándo será suficiente y parará esta guerra?".
Con intensos combates en toda la Franja de Gaza y organizaciones de ayuda advirtiendo de una catástrofe humanitaria, Estados Unidos ha dicho que Israel se arriesga a perder el apoyo internacional con ataques aéreos "indiscriminados".
En un ataque transfronterizo por sorpresa el 7 de octubre, militantes de Hamás arrasaron ciudades israelíes, causando la muerte de 1.200 personas y capturando a 240 rehenes. El contraataque israelí ha matado a cerca de 19.000 personas, según las autoridades sanitarias de Gaza, y se teme que miles más hayan quedado sepultadas bajo los escombros.
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