El Ejército israelí intensificó sus bombardeos y su ofensiva terrestre en la Franja de Gaza, donde combate al movimiento islamista palestino Hamas tras sus ataques de este mes en Israel, mientras que la ONU advirtió que la situación es "cada vez más desesperada" en el eclave palestino y se está desmoronando el "orden público" ante la limitada ayuda humanitaria que llega al enclave.
"Durante la noche incrementamos" el número de las fuerzas del Ejército destinadas a entrar en la Franja de Gaza "y se unieron a las que ya están combatiendo allí", declaró el general Daniel Hagari.
Las aviación israelí, "guiada por tropas (en tierra), golpeó (hoy) estructuras militares de Hamas en el norte de la Franja de Gaza", informó el Ejercito a la vez que aseguró que se dispararon cohetes desde el territorio palestino hacia el centro y el sur de Israel. Dos soldados israelíes resultaron heridos durante la noche, uno de ellos en combates con miembros de Hamas, según el ejército.
El sábado, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció el comienzo una "segunda etapa" de la guerra contra el movimiento islamista Hamás en el enclave palestino, que será "larga y difícil". El objetivo de esta "segunda etapa de la guerra" es "claro: destruir las capacidades militares y la dirección de Hamás y traer a los rehenes a casa", afirmó.
Tanques, ingenieros e infantería empezaron a operar en la Franja de Gaza, en lo que el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, denominó "una nueva fase" en la guerra contra Hamas. "Aumentamos gradualmente las operaciones terrestres y la extensión de nuestras fuerzas en la Franja de Gaza", dijo este domingo Hagari, informó la agencia de noticias AFP.
La escalada entre Israel y Hamas fue desencadenada por el sangriento ataque que el movimiento islamista palestino llevó a cabo en territorio israelí el 7 de octubre, y que dejó 1.400 muertos, civiles en su mayoría.
Israel respondió con una campaña de bombardeos en la Franja de Gaza, gobernada por Hamas, que hasta ahora ha dejado más de 8.000 muertos, también mayoritariamente civiles, según el Ministerio de Salud del movimiento palestino.
Por su parte, la ONU dijo ayer domingo que miles de palestinos saquearon varios de sus almacenes y centros de distribución de ayuda en la Franja de Gaza.
En un comunicado, la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina (Unrwa), el mayor proveedor de servicios humanitarios en la Franja de Gaza, dijo que "miles de personas" entraron en almacenes y centros de distribución en el centro y sur del enclave y se llevaron distintos elementos.
"Es una señal preocupante de que el orden público está empezando a colapsar después de tres semanas de guerra y un severo asedio a Gaza", agregó el jefe de la Unrwa en Gaza, Thomas White, en un comunicado.
De visita en Nepal, el secretario general de la ONU, António Guterres, expresó este domingo su preocupación por la situación "cada vez más desesperada" en el enclave palestino y lamentó que Israel haya "intensificado sus operaciones militares".
"El mundo es testigo de una catástrofe humanitaria que está teniendo lugar ante nuestros ojos", señaló Guterres en Katmandú, capital nepalí, sobre el impacto de los bombardeos lanzados en Gaza desde los ataques de Hamas en Israel.
El titular de la ONU calificó de "totalmente inaceptable" el número de civiles muertos y heridos y lamentó que Israel intensificara su ofensiva en lugar de hacer una "pausa humanitaria", a la vez que volvió a pedir un "alto el fuego humanitario inmediato".
El Ejército israelí volvió a instar a los civiles palestinos a "desplazarse temporalmente" al sur, sin embargo, esto supondría que más de un millón de personas se desplacen a zonas en las que también están siendo bombardeadas y que deban hacerlo por sus propios medios, por lo que la ONU calificó de una "evacuación imposible". Además, en el norte de la Franja hay hospitales que no pueden garantizar un desplazamiento seguro de los pacientes.
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