La Organización Mundial de la Salud (OMS) denunció que el sistema sanitario de la Franja de Gaza se "desintegra" ante los bombardeos y la falta de combustible e insumos médicos necesarios para su funcionamiento, por lo que exigió un "alto el fuego humanitario" para poder distribuir la ayuda de forma segura.
"La OMS sigue sin poder distribuir combustible y suministros sanitarios esenciales y vitales a los principales hospitales del norte de Gaza debido a la falta de garantías de seguridad", indicó en un comunicado, en el que reitera la necesidad de "un alto el fuego humanitario inmediato para que los suministros sanitarios y el combustible puedan distribuirse de forma segura".
"A menos que se haga llegar urgentemente a Gaza combustible vital y suministros sanitarios adicionales, miles de pacientes vulnerables corren el riesgo de morir o sufrir complicaciones médicas"
Al describir la situación, la agencia sanitaria de la ONU indicó que en el Hospital Al-Shifa del norte de Gaza la ocupación de camas se acerca ya al 150%, mientras que el Hospital Indonesio "se vio obligado a cerrar algunos servicios críticos debido a la falta de combustible, y ahora funciona de forma limitada".
En tanto, el Hospital de la Amistad Turca, el único hospital oncológico de la Franja de Gaza, "sigue funcionando parcialmente por falta de combustible, lo que pone en peligro a unos 2.000 pacientes de cáncer".
La OMS indicó que hay centros de salud que ya cerraron por los daños y los ataques llevados a cabo por Israel como represalia por la incursión del movimiento islamista palestino Hamas sobre su territorio el 7 de octubre pasado, mientras que otros dejaron de operar por no tener el combustible necesario para generar electricidad.
"A menos que se haga llegar urgentemente a Gaza combustible vital y suministros sanitarios adicionales, miles de pacientes vulnerables corren el riesgo de morir o sufrir complicaciones médicas debido al cierre de servicios críticos por falta de energía", apuntó el organismo.
"Para los habitantes de la Franja de Gaza, la situación es desesperante. Se volverá catastrófica sin el paso seguro y continuo de combustible y suministros sanitarios"
"Hay 1.000 pacientes dependientes de diálisis, 130 bebés prematuros que necesitan diversos cuidados y pacientes en cuidados intensivos o que requieren cirugía y que dependen de un suministro estable e ininterrumpido de electricidad para seguir con vida", denunció.
El sábado pasado comenzó a ingresar de forma lenta la ayuda humanitaria a la Franja de Gaza por el paso de Rafah, el único que conecta el enclave con Egipto, pero las organizaciones advirtieron que "es insuficiente" ante la emergencia.
En ese sentido, la OMS destacó que entregó 34.000 litros de combustible a cuatro grandes hospitales del sur de Gaza, pero indicó que "esto sólo es suficiente para mantener en funcionamiento las ambulancias y las funciones hospitalarias críticas durante algo más de 24 horas".
"Para los habitantes de la Franja de Gaza, la situación es desesperante. Se volverá catastrófica sin el paso seguro y continuo de combustible y suministros sanitarios, y sin ayuda humanitaria adicional", alertó la agencia sanitaria.
En sintonía, el Ministerio de Salud de la Franja de Gaza, gobernada por Hamas, anunció este martes que 12 hospitales y 32 clínicas dejaron de brindar servicios a los residentes.
Por su parte, la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció que debido al continuo asedio, realizar operaciones médicas y humanitarias en Gaza es extremadamente complicado.
“Nuestro quirófano estaba lleno. Empezamos a operar en el suelo, en el pasillo. Estoy operando a un pequeño de 9 años, que tiene un pie semi amputado. Nos falta material quirúrgico y tenemos muchos casos. Así que acabamos de amputar con una ligera sedación. El anestesista intenta mantener la boca del niño abierta para evitar que se ahogue", explicó el doctor Obeid, cirujano de MSF, en el hospital de Al Shifa.
"Le amputamos la pierna delante de su madre y de su hermana porque no hay espacio, y la hermana espera a ser operada a continuación. No se lo pueden imaginar. Esta niña de 13 años, en silla de ruedas, esperando a que la operen, mirándome mientras amputo medio pie de su hermano. Pero esta es la situación. Es lo mejor que podemos hacer", lamentó el profesional.
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