La Organización Mundial de la Salud recomendó el uso del antiviral de Pfizer contra el COVID-19 que contiene dos antivirales: el nirmatrelvir y el ritonavir. Está aconsejado para personas que aún no se vacunaron, que son mayores de 60 años o que están inmunocomprometidas.
El medicamento lleva el nombre comercial de Paxlovid y según la OMS es para los pacientes con COVID-19 leve y moderado con mayor riesgo de ingreso hospitalario. Los expertos de la agencia sanitaria publicaron el trabajo en la revista especializada The BMJ y lo calificaron “como la mejor opción terapéutica para los pacientes de alto riesgo hasta la fecha”.
Pese a su valoración positiva, los expertos también señalaron algunas barreras que podrían dificultar el acceso al fármaco contra el COVID-19 en países en desarrollo. Según un comunicado de la OMS, “la disponibilidad, la falta de transparencia de los precios en los acuerdos bilaterales realizados por el productor, y la necesidad de realizar pruebas rápidas y precisas antes de administrarlo, están convirtiendo este medicamento que salva vidas en un gran reto para los países de ingresos bajos y medios”.
Fernando Tortosa, médico y consultor para la Organización Panamericana de la Salud en intervenciones terapéuticas COVID-19, dio su opinión sobre los beneficios y el acceso al medicamento. “El medicamento que incluye los antivirales nirmatrelvir y ritonavir se autorizó para uso de emergencia en los Estados Unidos en diciembre pasado. En la Argentina aún no está autorizado para su comercialización”, dijo Tortosa.
En base a los ensayos clínicos que evaluaron la eficacia y la seguridad, el Paxlovid “tendría mejores beneficios en pacientes que aún no se han vacunado contra el COVID-19 y con alto riesgo de desarrollar enfermedad grave. En ese grupo, con una potencial falla de la respuesta del sistema inmune, la medicación reduce el riesgo de hospitalización”, agregó Tortosa.
Al contener al antiviral nirmatrelvir, el fármaco inhibe una proteína del coronavirus para impedir la replicación del virus. Además, con el ritonavir, ralentiza la descomposición del nirmatrelvir para ayudar a que permanezca en el organismo durante más tiempo en concentraciones más altas.
Se administra a través de tres comprimidos (dos de nirmatrelvir y uno de ritonavir) tomados juntos por vía oral dos veces al día durante cinco días, con un total de 30 comprimidos. “El uso de Paxlovid no está autorizado durante más de cinco días consecutivos”, aclaró la agencia sanitaria de Naciones Unidas.
La recomendación de OMS se basa en datos de dos ensayos controlados aleatorios en los que participaron 3078 pacientes. Los datos muestran que el riesgo de hospitalización se reduce en un 85% tras el tratamiento. En un grupo de alto riesgo (más del 10% de riesgo de hospitalización), eso significa 84 hospitalizaciones menos por cada 1000 pacientes.
En cambio, la OMS desaconsejó “el uso del Paxlovid en pacientes de menor riesgo, ya que los beneficios resultaron ser insignificantes”. E insistió con las diferencias entre los países según el nivel de ingresos.
Para los países de ingresos bajos y medios, que el medicamento sólo puede administrarse cuando la enfermedad está en sus primeras fases puede ser un obstáculo. Esto se debe a que las pruebas rápidas para COVID-19 no están ampliamente disponibles para la población. Incluso durante el últimos mes la Organización Panamericana de la Salud hizo un llamado a no reducir aún más la cantidad de testeos.
Los datos recogidos por FIND muestran que la tasa media de pruebas diarias en los países de bajos ingresos es tan baja como una octava parte de la tasa en los países de altos ingresos. La mejora del acceso a las pruebas y al diagnóstico precoz en los centros de atención primaria será fundamental para la implantación mundial de este tratamiento.
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