Israel bombardeó fuertemente durante el fin de semana la Franja de Gaza, una mezquita de Cisjordania presuntamente usada por extremistas y dos aeropuertos de Siria, en medio de temores cada vez mayores a que su enfrentamiento con el grupo islamista palestino Hamas derive en un conflicto regional más amplio y mientras la ayuda humanitaria seguía ingresando al enclave palestino.
Estados Unidos, que ya envió dos portaaviones frente a las costas israelíes, anunció que reforzaba su dispositivo militar en Medio Oriente con el despliegue de baterías antiaéreas para disuadir ataques a Israel o a intereses estadounidenses "por parte de Irán y ss fuerzas afiliadas" y dijo que no dudará en atacar a cualquier "organización o país".
Más tarde, el Departamento de Estado estadounidense reveló que la semana pasada ordenó la evacuación del personal no esencial de su embajada en Bagdad y de su consulado en Erbil, en Irak, "debido a las crecientes amenazas". En Irak operan múltiples milicias que responden a Irán.
Grupos de Yemen lanzaron cohetes a Israel, que además intercambió disparos con el movimiento islamista libanés proiraní Hezbollah, como sucede casi a diario desde el inicio de las hostilidades con Hamas, y lanzó dos ataques aéreos en los territorios palestinos de Cisjordania, donde se enfrentó con milicianos en campamentos de refugiados.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, visitó este domingo a soldados en la frontera con Líbano y dijo que si Hezbollah decide emprender una guerra contra Israel, cometerá "el error de su vida", horas después de que el Ejército israelí dijera que el grupo islámico chiita estaba arrastrando al conflicto a todo el Líbano.
Por su parte, el presidente de Israel, Isaac Herzog, dijo que localizaron documentación en poder de Hamas con instrucciones para preparar un ataque con cianuro, un arma química, y para usarlo contra civiles israelíes.
"Es material de Al Qaeda. Material oficial de Al Qaeda", dijo Herzog en una entrevista con el canal británico Sky News.
En Irán, el canciller Hosein Amir Abdolahian advirtió a Estados Unidos e Israel que la situación puede volverse "incontrolable" en Medio Oriente si el Ejército israelí no frena sus bombardeos en la Franja de Gaza en respuesta a los recientes ataques del grupo palestino Hamas en Israel.
En paralelo, Netanyahu conversó este domingo por teléfono con los titulares de los Ejecutivos de Estados Unidos, España, Francia y Países Bajos.
"El primer ministro habló con el presidente francés Emmanuel Macron, el primer ministro español Pedro Sánchez y el primer ministro holandés Mark Rutte", informó la oficina de Netanyahu en un comunicado, en el que también confirmaron que "Macron y Rutte llegarán a Israel el lunes y martes".
En tanto, Biden y Netanyahu convinieron que ahora habrá un "flujo continuo" de "ayuda crítica hacia Gaza", según la Casa Blanca.
Biden también habló con los líderes del Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania e Italia, además del papa Francisco.
Un convoy de 17 de camiones con ayuda humanitaria y combustible ingresó este domingo en la Franja de Gaza desde Egipto, por el paso de la sureña ciudad palestina de Rafah, según un funcionario egipcio no identificado y fuentes del organismo de la ONU para los Refugiados de Palestina (UNRWA) citados por la agencia de noticias AFP.
Es el segundo convoy que llega al territorio costero gobernado por Hamas desde que Israel le impuso un asedio completo, hace dos semanas, y luego de que otros 20 camiones ingresaran el sábado.
Según la ONU, harían falta al menos 100 camiones diarios para atender las necesidades de los 2,4 millones de habitantes de Gaza.
“No entra combustible en Gaza; el combustible es realmente crítico ahora, lo necesitamos para mantener las operaciones de ayuda", dijo el director de UNRWA para Gaza, Thomas White, en la cuenta del organismo en la red social X.
En Gaza, los hospitales están repletos y se están quedando sin suministros, lo que obliga a los médicos a realizar cirugías con agujas de coser, usando vinagre como desinfectante y sin anestesia.
El Ministerio de Salud de Gaza informó que el número de hospitales que dejaron de funcionar "aumentó a 10" y que el total de instituciones médicas de todo tipo que dejaron de funcionar llegó a 29.
Por su parte, la OMS agregó que siete hospitales en el norte de Gaza cerraron debido a los daños causados por los ataques, la falta de energía o las órdenes de evacuación israelíes.
Los organismos de la ONU para la infancia (Unicef) y la salud (OMS) advirtieron este domingo que al menos 130 bebés prematuros corren "grave riesgo" debido a la escasez de combustible para generadores que alimentan sus incubadoras.
Además, la cartera de Salud del enclave hizo "un llamado a los propietarios de las gasolineras y a todos los ciudadanos" a donar combustible para salvar vidas, citó la agencia de noticias Sputnik.
Israel llamó a todos los habitantes del norte de Gaza a migrar hacia el sur del pequeño territorio de 40 kilómetros de largo, mientras prepara su incursión terrestre en el norte de la franja, donde afirma que Hamas tiene la mayor parte de sus posiciones.
Una operación terrestre en este enclave superpoblado, plagado de trampas y túneles, representa múltiples peligros para las tropas israelíes. Los combatientes de Hamas tienen al menos a 212 rehenes israelíes y extranjeros capturados en el ataque en Israel.
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