La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley de financiación provisional con un abrumador apoyo demócrata, después de que el presidente republicano Kevin McCarthy se retractara de una exigencia anterior de los partidarios de la línea dura de un proyecto de ley partidista.
Quedaba poco tiempo para evitar el cuarto cierre parcial del Gobierno federal en una década, que comenzará a las 0401 GMT del domingo a menos que el Senado, de mayoría demócrata, lo apruebe y el presidente Joe Biden lo convierta en ley a tiempo.
McCarthy abandonó la insistencia anterior de los partidarios de la línea dura del partido en que cualquier proyecto de ley se aprobara en la cámara sólo con los votos republicanos, un cambio que podría provocar que uno de sus miembros de extrema derecha intentara desbancarle de su papel de líder.
La Cámara votó por 335 votos a favor y 91 en contra para financiar el gobierno durante otros 45 días, con el apoyo de más demócratas que republicanos.
La decisión supuso un profundo cambio respecto a principios de semana, cuando el cierre parecía casi inevitable. Un cierre significaría que la mayoría de los cuatro millones de empleados del gobierno no cobrarían su sueldo -trabajaran o no- y también cerraría una serie de servicios federales, desde los Parques Nacionales hasta los reguladores financieros.
Las agencias federales ya han elaborado planes detallados que especifican qué servicios se mantendrán, como los controles en los aeropuertos y las patrullas fronterizas, y cuáles deberán cerrarse, como la investigación científica y la ayuda nutricional a siete millones de madres pobres.
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