Los presidentes de Bolivia y Brasil, Luis Arce y Luiz Inácio Lula da Silva, acordaron los términos de una "licitación integral" para la construcción del puente binacional Guayaramerín-Guajara-Mirim, con los ajustes requeridos por el Estado boliviano.
Los jefes de Estado, en conversación telefónica, convinieron una solución técnica para viabilizar, a la brevedad posible, la construcción del puente, informó el viceministro de Comercio Exterior e Integración boliviano, Benjamín Blanco, en conferencia de prensa.
"La solución se basa en una licitación integral que va a ser puesta a consideración de Brasil, va a ser licitada por Brasil muy pronto, donde se van a tomar en cuenta los ajustes que Bolivia ha pedido sobre el tamaño del puente, las características de navegabilidad que requiere ese puente para que, a futuro, se pueda realizar navegación", expresó Blanco.
Además, calificó de "excelente noticia" el acuerdo al que arribaron los mandatarios de Bolivia y Brasil respecto al proyecto vial considerando los intereses que tiene el país y por el hecho de que es "una gestión que no es sólo de hoy".
"Ya vienen teniendo estas conversaciones días atrás y solamente ya falta la formalización de la propuesta, para luego ser aprobada en el marco que corresponde, según el acuerdo de 2007 y proceder con la licitación", precisó el funcionario, según la agencia de noticias estatal boliviana ABI.
En tanto, el ministro de Obras Públicas, Edgar Montaño, añadió que el cronograma del proyecto "sigue firme" pues el viernes también habrá una reunión y "lo que toca es obedecer" al acuerdo llegado entre mandatarios.
"Brasil ha indicado de cuatro a seis meses la licitación y están en los tiempos correspondientes de lo que nosotros también aquí en Bolivia licitamos; entonces, el cronograma seguramente va a ser ajustado todavía, pero lo importante es que ya arrancamos", explicó.
El puente internacional del Río Mamoré conectará las ciudades de Guayaramerín, en el noreste de Bolivia, y la de Guajará-Mirim, en Brasil.
El diseño original consta de 1.200 metros a un costo de más de 52 millones de dólares.
Sin embargo, Bolivia planteó ajustes en la altura y la longitud para que esa infraestructura sea parte de un sistema fluvial-terrestre de turismo y de transporte de carga hacia el Atlántico que apuntalará el desarrollo de esta región fronteriza.
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