Chile aplica desde ayer una cuarta dosis de la vacuna contra el coronavirus, mientras enfrenta un escenario epidemiológico que preocupa a las autoridades a medida que aumenta el número de infecciones diarias.
"Hoy empezamos la cuarta dosis, porque las vacunas con tiempo van perdiendo eficacia, y porque las nuevas variantes le hacen perder fuerza a las vacunas", dijo el presidente saliente Sebastián Piñera en el acto de lanzamiento de la campaña de refuerzos.
"La variante Ómicron ha generado efectos devastadores en el mundo y en Chile estamos en torno a los 4.000 casos" diarios, prosiguió, informó el diario El Mercurio.
"Quiero ser franco, este número va a aumentar", dijo el mandatario acompañado de la ministra de Salud saliente, María Teresa Valenzuela, y al subsecretario de Redes Asistenciales, Alberto Dougnac.
En su primera etapa, la campaña de refuerzo de la vacuna incluye a personas con compromiso de su sistema inmunológico que hayan recibido su tercera inoculación antes del 12 de septiembre.
Esta etapa terminará el 7 de febrero para enfocarse luego en los mayores de 55 años que recibieron una tercera dosis hace al menos seis meses.
Chile, que tiene 19 millones de habitantes, había planeado comenzar con la cuarta dosis en febrero, pero el fuerte aumento de infecciones en sus vecinos Argentina, Bolivia y Perú, debido a Ómicron, contribuyó a su decisión de avanzar en el proceso.
Pese al escenario epidemiológico con curva ascendente de contagios, Piñera apeló a la tranquilidad: "Tenemos un país que está bien protegido (..) por tanto esta cuarta dosis es muy potente y permite enfrentar esta nueva ola".
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