Un fuerte compromiso con la democracia y una mirada reflexiva sobre la etapa de violencia y violaciones a los derechos humanos que generó el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973. En la recordación oficial encabezada por el presidente de Chile, Gabriel Boric, que contó con la presencia de dirigentes y mandatarios extranjeros pero no con representantes de la pinochetista Unión Demócrata Independiente (UDI), reivindicó la asonada y se autoexcluyó de la recordación.
Boric recordó al presidente socialista Salvador Allende, depuesto y muerto ese día mientras aviones bombardeaban el Palacio de la Moneda, sede del gobierno, enfrente del cual está hoy la Plaza de la Constitución, donde se montó la enorme carpa adonde se realizó el acto central.
Allí Boric, de 37 años, llamó a la reflexión, a no olvidar el pasado y seguir adelante en la vía democrática.
“Hoy, como han dicho quienes me antecedieron, conmemoramos una fecha que es dolorosa y sin duda un punto de inflexión de nuestra historia, historia que es compartida que trajo muerte, sufrimiento, persecución y pobreza”, dijo el joven mandatario.
Boric reiteró su llamado a no relativizar el golpe y criticó a quienes insisten en que no había otra alternativa, al afirmar que “por supuesto que había otra alternativa y el día de mañana cuando vivamos otra crisis siempre va a haber otra alternativa que implique más democracia y no menos”.
Las palabras del mandatario sonaron como una alusión al comunicado que emitió horas antes del acto la UDI, donde afirmó que fue "algo inevitable" debido al supuesto "quebrantamiento de la democracia" ejecutado por el Gobierno de Allende.
El mandatario chileno manifestó que la democracia se debe respetar siempre, sin importar “el color de un régimen” y que lo que pasó en Argentina, Uruguay y Chile “le debe doler a los que les pasó y a los que no les pasó, porque al final del día somos una comunidad, por eso también nos duele el dolor de otros países”.
Boric valoró que en conjunto con expresidentes vivos en Chile se firmó el manifiesto “Por La Democracia Siempre”, ya que esa “diversidad entre quienes piensan distinto, es con quienes podemos construir una sociedad mejor”, dijo levantando la voz luego de mencionar a Sebastián Piñera y que comenzarán a escucharse abucheos del público.
En esa línea, el mandatario recordó lo avanzado en gobiernos anteriores en materia de detenidos desaparecidos y aseguró que su Gobierno pretende dejar como legado el Plan Nacional de Búsqueda Verdad y Justicia.
“Es el hito institucional que hemos querido dar a esta conmemoración”, dijo.
Antes de tomar la palabra, Boric compartió con los asistentes un video con un mensaje del presidente argentino, Alberto Fernández, quien se excusó por los problemas de agenda que le impidieron participar del acto y afirmó que el día del golpe de Estado fue también el día donde “la tragedia empezó en Chile”.
“El régimen autoritario de (Augusto) Pinochet acabó con muchos, con la vida y con la tranquilidad de miles de chilenos y sirvió para que toda América Latina viera en él a un cruel dictador, que definitivamente le hizo mucho daño a la democracia chilena", dijo Fernández, quien lamentó que aún “perduren voces que defienden y recuerdan aquel día” y manifestó su preocupación que en Chile y Argentina “vuelve a aflorar la mirada antidemocrática”.
Estuvieron presentes en la recordación los mandatarios de México, Andrés Manuel López Obrador; de Colombia, Gustavo Petro, de Bolivia, Luis Arce, de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa.
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