La Guardia Revolucionaria de Irán difundió un video en el que se ufana de sus capacidades militares para amenazar a Israel. El objetivo es advertir sobre su papel en el conflicto en el Cáucaso, para que no respalde maniobras azeríes contra Armenia.
Militares de Azerbaiyán controlan el paso fronterizo en Lachín, Nagorno-Karabaj, sin dejar pasar alimentos o medicina a la población armenia (Europa Press)
Las imágenes muestran el poderío del cuerpo de élite iraní, catalogado por Estados Unidos y la Unión Europea, como grupo terrorista. El video exhibe músculo militar terrestre, aéreo y naval como una nueva amenaza a su archienemigo israelí.
El video también está dirigido a Turquía.
Las amenazas de Irán contra Israel son usuales, ya que el régimen persa financia las actividades terroristas en Medio Oriente, milita la desaparición del estado judío y niega, entre otras atrocidades, el Holocausto. Sin embargo, en esta oportunidad, apunta contra el gobierno de Benjamín Netanyahu por otro conflicto, cuya tensión también ha escalado en los últimos meses, el del Cáucaso Sur.
La tensión se recrudeció en los últimos días en el Cáucaso, donde el ejército de Azerbaiyán inició ejercicios militares y puso en alerta a Armenia, que denunció que las maniobras podrían ser un primer paso hacia una agresión militar de Bakú.
Azerbaiyán mantiene hace meses un criminal bloqueo de alimentos a los armenios de Nagorno-Karabaj
El primer ministro armenio, Nikol Pashinián, ante el peligro de que se trate de una maniobra para encubrir una agresión militar planificada, expresó su disposición a mantener una conversación “urgente” con el presidente de Azerbaiyán, Ilham Alíev, para reducir las tensiones en la zona. Además, como respuesta a los ejercicios de Azerbaiyán, Armenia movilizó a su ejército.
El Ejército Armenio Avanza Hacia La Frontera Con Azerbaiyán
El gobierno armenio ha denunciado el agravamiento de la crisis humanitaria en Nagorno Karabaj, territorio poblado por armenios étnicos.
Esta semana, Azerbaiyán anunció el comienzo del periodo anual de instrucción de las tropas, que incluye el desplazamiento de personal militar de sus cuarteles habituales a polígonos y centros de entrenamiento, así como competiciones entre distintas unidades.
La misión de observadores civiles de la Unión Europea en Armenia (EUMA) ha aumentado sus actividades de patrullaje en dos regiones fronterizas entre Armenia y Azerbaiyán en el este y sur del país ante el incremento de las tensiones.
Azerbaiyán y Armenia, que nunca delimitaron sus fronteras, libraron en 2020 una guerra de 44 días por el control de Nagorno Karabaj, contienda en la que Bakú recuperó más de dos tercios de territorio en la región montañosa y sus alrededores.
Brutal asedio
Tras más de ocho meses de un bloqueo cada vez más estricto, la situación humanitaria en Nagorno-Karabaj se ha vuelto catastrófica. El pan, alimento básico para muchas personas, se raciona a una hogaza por familia y día. Los medicamentos críticos se han agotado; hay tan poco combustible que muchos pacientes no pueden ir al médico de todos modos. Residentes desesperados han recurrido a las redes sociales para intercambiar, por ejemplo, huevos caseros por un kilo de azúcar. Una joven madre publicó una foto de leche de fórmula para bebés, diciendo: “Compraré esto a cualquier precio”.
El asedio representa la táctica más dura empleada hasta ahora por el gobierno azerbaiyano, en su intento de recuperar el control de Nagorno-Karabaj, un enclave de unos 4.400 km2 en el centro de su conflicto de décadas con Armenia. Karabaj está reconocido internacionalmente como territorio azerbaiyano desde la desintegración de la Unión Soviética, pero las fuerzas de etnia armenia se hicieron con su control en una guerra que duró de 1988 a 1994 (los armenios constituyen la mayoría de la población). En una segunda guerra, en 2020, Azerbaiyán revirtió muchas de esas pérdidas. El gobierno azerbaiyano presiona ahora para lograr un acuerdo que completaría su victoria.
Ahora que rodea el territorio por completo, Azerbaiyán tiene prácticamente todas las cartas. Pashinyan, ha declarado que está dispuesto a aceptar la soberanía de Azerbaiyán sobre Karabaj y sus decenas de miles de residentes de etnia armenia. Los armenios aún esperan obtener algún tipo de garantía de los derechos y la seguridad de los armenios de Karabaj. Pero Azerbaiyán, impaciente, está intentando acelerar el proceso diplomático, a expensas de la población armenia a la que afirma querer acoger de nuevo en el redil.