El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, decidió imponer un cerco militar y policial en el departamento de Cabañas, en el centro de país, en el marco de su lucha contra la delincuencia.
"Desde esta madrugada, 7.000 soldados y 1.000 policías han establecido un cerco de seguridad alrededor de todo el departamento de Cabañas. Su labor será evitar la salida de pandilleros del departamento y cortar todas las líneas de suministro de los grupos terroristas", escribió el mandatario en
la red social Twitter, ahora conocida como X.
El objetivo del gobierno es cercar a los delincuentes y de esa manera desarticular las temibles pandillas diseminadas en gran parte del territorio salvadoreño.
Cabañas, ubicado a unos 75 kilómetros de San Savador, la capital, es uno de los departamentos más pequeños de ese país centroamericano, con 150 mil habitantes, y una economía basada en los cultivos de café y caña de azúcar.
Esa región "se convirtió en el lugar con mayor número de células terroristas, que han llegado ahí buscando sus áreas rurales para ocultarse", añadió el mandatario, quien desde el comienzo de su gestión inició una cruzada contra los pandilleros.
El cerco militar y policial forma parte de la fase cinco del Plan de Control Territorial, para minar el poderío de los pandilleros, la mayoría de ellos pertenecientes a dos grandes grupos: las maras Salvatrucha y Barrio 18.
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