Corea del Norte disparó “varios misiles de crucero” en el Mar Amarillo, entre China y la península coreana, informó la agencia de noticias Yonhap, citando al Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur.
El lanzamiento, que según Yonhap tuvo lugar sobre las 4 de la madrugada, se produce sólo tres días después de que Corea del Norte disparara dos misiles balísticos al mar en su costa opuesta, en medio de las crecientes tensiones en la península, y analistas sugieren que se trata de una provocación como respuesta a la llegada a Corea del Sur de un submarino estadounidense y a una reunión entre Seúl y Washington.
Una semana antes, Pyonyang había realizado ya otro ensayo balístico con un misil intercontinental ‘Hwasong-18′. Ambas actuaciones han sido condenadas por los países de la zona, así como por Estados Unidos.
Los recientes lanzamientos de misiles son los últimos de una serie de pruebas armamentísticas por parte de Pyongyang, y se producen mientras Seúl y Washington intensifican su cooperación en materia de defensa ante las crecientes tensiones con el Norte.
La diplomacia entre Pyongyang y Seúl se ha estancado y el líder norcoreano, Kim Jong Un, ha pedido que se intensifique el desarrollo de armamento, incluidas las armas nucleares tácticas.
En respuesta, Seúl y Washington han organizado maniobras militares conjuntas con aviones furtivos avanzados y medios estratégicos estadounidenses.
Tras la primera sesión del Consejo de Consulta Nuclear esta semana, el coordinador para el Indopacífico del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, Kurt Campbell, anunció la llegada a Busan (350 kilómetros al sureste de Seúl) del submarino USS Kentucky, un submarino de propulsión atómica con capacidad para portar misiles balísticos nucleares (SSBN), el primero de este tipo en visitar Corea del Sur en unos 40 años.
Tanto el establecimiento del NCG como el envío del submarino se acordaron el pasado abril con la firma de la Declaración de Washington a cargo de los presidentes de EE.UU. y Corea del Sur, Joe Biden y Yoon Suk-yeol.
En el documento EEUU se comprometió a reforzar la llamada “disuasión extendida”, a través de la cual protege a su aliado y busca desalentar a Pionyang de seguir adelante con el desarrollo de armas de destrucción masiva.
El ministro de Defensa norcoreano, Kang Sun Nam, afirmó en un comunicado que el despliegue de un submarino con capacidad nuclear en Corea del Sur “puede caer bajo las condiciones del uso de armas nucleares especificadas en la ley de la RPDC sobre la política de fuerza nuclear”, utilizando un acrónimo del nombre oficial de Corea del Norte.
El incidente también se produce cuando se cree que un soldado estadounidense se encuentra bajo custodia de Pyongyang tras separarse de un grupo turístico que visitaba la Zona Desmilitarizada.
Estados Unidos ha dicho que está “muy preocupado” por el trato que pueda recibir el soldado de segunda clase Travis King, y que hasta el jueves Pyongyang aún no había respondido a las preguntas sobre el soldado.
King debía regresar a Estados Unidos para enfrentarse a la disciplina militar tras cumplir condena en Corea del Sur por agresión.
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