Los daños por los disturbios de la última semana en Francia aumentaron a más de 1000 millones de euros, afirmó Geoffroy Roux de Bézieux, el presidente de la principal patronal francesa, Medef.
”Es demasiado pronto para dar una cifra precisa, pero es de más de 1000 millones de euros”, indicó Roux de Bézieux, que dejará el cargo esta semana tras cinco años al frente de la entidad.
En una entrevista con el diario Le Parisien, el empresario detalló que grupos de manifestantes saquearon más de 200 comercios y destruyeron 300 agencias bancarias y 250 kioscos.
“Todo ha sido robado”
La ola de violencia se desató tras la muerte de un joven de 17 años y origen argelino en Nanterre, en los suburbios de París, por los disparos de un agente en un control policial.
”Todo ha sido robado, hasta las cajas registradoras, antes de prenderle fuego para destruirlo”, explicó el dirigente empresarial, citado por AFP.
Además, Roux de Bézieux advirtió que el cálculo de daños no contabiliza la caída de ingresos del sector turístico, tras la difusión de numerosos videos de incidentes “que han circulado por todo el mundo” y que “degradan la imagen de Francia”.
“Siempre es difícil saber si el impacto será duradero”, reconoció, sin ocultar que ya ha habido anulaciones de reservas.
El gobierno francés mantendrá en la noche de este lunes el amplio dispositivo de 45.000 policías para tratar de continuar la desescalada de los disturbios que sufre el país en las seis últimas noches.
A pesar del claro descenso de la violencia -157 detenidos en la noche del domingo frente a más de 400 en la del sábado-, las autoridades desplegarán un fuerte operativo que incluye 7.000 agentes en la región parisina, así como unidades especiales y blindados en Marsella y Lyon.
Esta noche también se suspenderá el servicio de autobuses y tranvías en París para evitar que los vehículos puedan ser incendiados.