“El acuerdo con el Mercosur es lo más importante que tenemos actualmente en términos económicos, pero lo más complicado políticamente”, resume un funcionario de primera línea de la Unión Europea que durante los últimos cuatro años siguió desde Bruselas el día a día de la negociación por el tratado de libre comercio con los países miembro del bloque sudamericano.
Sucede que, a pesar del impulso que ambas partes buscaron darle al acuerdo a comienzos de año, el tratado de libre comercio pareció entrar en una neblina de dudas e indefiniciones. A las ya complicadas exigencias medioambientales no resueltas por los dos bloques se le suma un factor político que parece restarle poder de influencia a los europeos para dárselo, sobre todo, al presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
De cara a la próxima cumbre del 17 y 18 de julio en Bruselas entre los 27 jefes de Estado de la Unión Europea y los 33 de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) -resta definir quiénes estarán presentes-, hace meses el bloque europeo le hizo llegar al Mercosur un borrador con una propuesta de un protocolo adicional del ya negociado tratado de libre comercio.
Dicho protocolo se comenzó a preparar durante el gobierno de Jair Bolsonaro ante la exigencia de un grupo de países de la UE que se oponía a la firma final del tratado por no estar de acuerdo con las políticas medioambientales del expresidente brasileño. Según pudo saber TN, el documento contiene algunas propuestas para que América Latina adecúe sus estándares climáticos a los de los europeos y cumpla con los objetivos del Acuerdo de París.
“Ahora la pelota está del lado del Mercosur, particularmente de Lula, el que tiene la última palabra”, admite a este medio otro de los funcionarios del bloque europeo que participó del diseño de esta propuesta. Los países sudamericanos tienen que responder si avalan o no las normativas medioambientales que quiere imponer la UE para sellar definitivamente el tratado. El brasileño reconoció que la contrapropuesta puede llegar a fin del próximo mes.
Brasil toma la presidencia pro tempore del Mercosur
Posiblemente este tema se ponga sobre la mesa de discusión el próximo 4 de julio en la cumbre de presidentes del Mercosur que se realizará en Puerto Iguazú y donde Alberto Fernández le traspasará la presidencia pro tempore del bloque a su amigo Lula. Son muchos los que dudan de que haya una respuesta a favor del tratado teniendo en cuenta las últimas declaraciones del presidente brasileño.
Primero, durante la visita a Brasilia de Úrsula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea -el órgano ejecutivo de la UE-, Lula advirtió que el acuerdo no avanzará sin concesiones europeas y se mostró en contra de una supuesta cláusula en que se sancionaría al país que no cumpla con los objetivos medioambientales pautados en el Acuerdo de París. Europa asegura que nadie habló de la posible aplicación de sanciones. Alberto Fernández también planteó un reclamo.
La semana pasada el brasileño redobló la apuesta durante una visita a París. Allí, frente al presidente francés Emmanuel Macron y el canciller alemán Olaf Scholz, Lula directamente lanzó que “la carta adicional de la Unión Europea no nos permite llegar a un acuerdo”. Lula también se muestra en contra del reglamento de deforestación que establece que los europeos no importarán productos que vengan de territorio deforestado.