El jefe de la organización mercenaria Wagner, Yevguéni Prigozhin, se había revelado contra la cúpula militar rusa y había tomado el control de las instalaciones militares de la ciudad de Rostov, en el suroeste de Rusia, cerca de Ucrania. Había anunciado una “una marcha por la justicia” de miles de sus mercenarios hacia Moscú, prometió que no se rendirían y hasta habló de “guerra civil”.
Luego de dicho anuncio, el presidente Vladimir Putin acusó de “traición” a los mercenarios del grupo Wagner y prometió que serían castigados. También dijo que dio las órdenes necesarias al ejército para restablecer el orden. De hecho, se registraron enfrentamientos entre los milicianos y las tropas regulares rusas en Voronezh.
Luego de estas horas críticas, el gobierno de Bielorrusia aseguró que lograron llegar a un acuerdo con las milicias para que frenaran su marcha a Moscú y los medios internacionales informaron que el grupo Wagner se retiró de la ciudad de Rostov.
- Internacionales