El secretario de Estado estadounidense y el ministro de Asuntos Exteriores chino mantuvieron una reunión en la que ambos calificaron de conversaciones francas y constructivas sobre sus diferencias, pero no parecieron ponerse de acuerdo en mucho más que en seguir hablando con vistas a una eventual reunión en Washington.
Tras una reunión de cinco horas y media, seguida de una cena, los funcionarios subrayaron su deseo de mantener unas relaciones estables y predecibles, pero China dejó claro que considera Taiwán el asunto más importante y el mayor riesgo.
En la primera visita a China de un secretario de Estado estadounidense en cinco años, Antony Blinken subrayó "la necesidad de reducir el riesgo de percepciones y cálculos erróneos" en sus conversaciones con el ministro de Asuntos Exteriores Qin Gang, informó el Departamento de Estado.
Por su parte, los medios estatales chinos dijeron que "Qin Gang señaló que la cuestión de Taiwán es el núcleo de los intereses fundamentales de China, el asunto más importante en las relaciones sino-estadounidenses y el riesgo más destacado".
Antes de las conversaciones, funcionarios estadounidenses habían restado importancia a la posibilidad de que se produzca un gran avance durante el viaje, pero afirmaron que el principal objetivo de Blinken era establecer canales de comunicación que garanticen que la rivalidad estratégica entre ambos países no se convierta en un conflicto.
Las relaciones entre ambos países se han deteriorado en todos los ámbitos, lo que hace temer que algún día puedan enfrentarse militarmente por Taiwán, que China reclama como propia.
La visita es seguida de cerca por el resto del mundo, ya que cualquier escalada entre las superpotencias podría tener repercusiones en todos los ámbitos, desde los mercados financieros hasta las rutas y prácticas comerciales y las cadenas de suministro mundiales.
Especialmente alarmante para los vecinos de China fue su reticencia a entablar conversaciones militares regulares con Washington, a pesar de los repetidos intentos estadounidenses.
En un lenguaje sorprendentemente similar, ambas partes afirmaron que las conversaciones habían sido útiles: un portavoz estadounidense las describió como "sinceras, sustanciales y constructivas" y la prensa china las calificó de "sinceras, profundas y constructivas".
Sin embargo, no parecieron ponerse de acuerdo en mucho más allá de que Qin visitara Washington para continuar la conversación en un momento que ambas partes consideraran conveniente, pero que ninguna especificó.
Ambas partes, sin embargo, hicieron hincapié en la importancia de facilitar las visitas de sus ciudadanos, y los medios estatales chinos afirmaron que acordaron discutir el aumento de los vuelos de pasajeros y la acogida de más estudiantes y empresarios.
¿Encuentro entre presidentes?
Blinken, que pospuso un viaje en febrero después de que un presunto globo espía chino sobrevolara el espacio aéreo estadounidense, es el funcionario de más alto rango de Washington en visitar China desde que el presidente Joe Biden asumió el cargo en enero de 2021.
Funcionarios y analistas esperan que la visita allane el camino para más reuniones entre Washington y Pekín en los próximos meses, incluidos posibles viajes de la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y la secretaria de Comercio, Gina Raimondo. También podría preparar el terreno para encuentros entre Xi y Biden en cumbres multilaterales.
Qin recibió a Blinken y a su grupo en la puerta de una villa situada en los terrenos de la Casa de Huéspedes Diaoyutai de Pekín, en lugar de dentro del edificio, como es habitual.
Qin preguntó a Blinken en inglés sobre su largo viaje desde Washington. Después se dieron la mano delante de una bandera china y otra estadounidense.
La ministra adjunta de Asuntos Exteriores china, Hua Chunying, que asistió a la reunión, tuiteó junto a una foto de Qin y Blinken dándose la mano: "Espero que esta reunión pueda ayudar a reconducir las relaciones entre China y Estados Unidos a lo que los dos presidentes acordaron en Bali".
En declaraciones a la prensa el domingo sobre el incidente del globo en febrero, Biden dijo que no creía que los líderes chinos supieran mucho sobre dónde estaba el globo o qué hacía, al tiempo que añadió que esperaba ver pronto a Xi.
"Espero reunirme de nuevo con Xi en los próximos meses y hablar de las legítimas diferencias que tenemos, pero también de cómo podemos llevarnos bien", sostuvo Biden.
Xi y Biden mantuvieron su primera conversación cara a cara al margen de una cumbre del Grupo de los 20 en noviembre en Bali, en la que entablaron conversaciones sobre Taiwán y Corea del Norte, pero también se comprometieron a mantener una comunicación más frecuente.
Aunque aquella reunión alivió brevemente el temor a una nueva Guerra Fría, el vuelo del globo chino sobre Estados Unidos unos meses después aumentó la tensión, y desde entonces las comunicaciones a alto nivel han sido escasas.