Se registró una nueva matanza de civiles en Ucrania, esta vez en la estación de tren de Kramatorsk, en la región del Donbass. En medio de acusaciones cruzadas entre Rusia y Ucrania, que se señalan mutuamente como autores del crimen, algunas potencias occidentales, como Estados Unidos, ya han condenado al Gobierno de Vladimir Putin por lo que definen como un "crimen contra la humanidad".
Nuevo ataque masivo contra la población civil de Ucrania. Tan solo una semana después de que se conociera la matanza de Bucha, este viernes dos proyectiles impactaron contra una estación de tren en Kramatorsk, en la región del Donbass, dejando al menos 52 civiles muertos, entre los cuales habría cinco niños, de acuerdo a información de la agencia de prensa AFP.
En el momento del ataque cerca de 4.000 civiles estaban en la estación ferroviaria con la intención de ir hacia otros destinos más seguros del país. Según la alcaldía de la localidad y testimonios, varios de los fallecidos eran menores.
Como sucedió con la matanza de Bucha, el suceso dejó acusaciones cruzadas entre Ucrania y Rusia. Kiev señala a las tropas rusas por el ataque, mientras que el Ministerio de Defensa de Rusia ha negado de plano su autoría.
"Es el mal sin límites (...) Y si no se castiga, nunca se detendrá," reaccionó el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, en un video difundido por redes sociales.
Este nuevo ataque también ha generado señalamientos de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad. Este viernes, la fiscal general ucraniana, Iryna Venediktova, envió un mensaje calificando lo ocurrido como tal.
"Se ha iniciado una investigación previa al juicio por violaciones de las leyes y costumbres de la guerra. El 8 de abril de 2022, las fuerzas armadas de la Federación Rusa, en violación del Derecho Humanitario Internacional, lanzaron ataques con misiles en la estación de tren de Kramatorsk, donde casi 4.000 civiles esperaban ser evacuados", dijo Venediktova en redes sociales, señalando directamente a Rusia como responsable de las muertes.
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