Una persona murió ahogada y más de 7.000 fueron evacuadas este sábado, debido a las fuertes lluvias que azotaron las zonas centro y este de Cuba, y que pusieron en alerta a las autoridades de la isla caribeña.
Dos embalses colpasaron en esa región, se derrumbaron decenas de viviendas y desbordaron dos ríos, lo que derivó en el anegamiento de calles y cortes de energía. Además, hay miles de personas que siguen incomunicadas.
En el municipio de Jiguaní, en la provincia de Granma, se registró el episodio más trágico, ya que un hombre de 60 años pereció ahogado, mientras que miles de pobladores debieron dejar sus casas.
En consecuencia, las autoridades cubanas instaron a la población a extremar las precauciones en una nueva jornada de lluvias, la cuarta consecutiva, y con previsiones similares para las próximas horas.
Por su parte, el presidente Miguel Díaz Canel escribió en su cuenta de la red social Twitter que "Los daños son cuantiosos en las viviendas, los viales, la agricultura. Insistimos a nuestro pueblo que extreme los cuidados y sea responsable. Las lluvias y el peligro no han cesado. Lo primero a cuidar son las vidas".
En tanto, la previsión del Instituto Meteorológico (Insmet) no es muy alentadora ya que prevé más lluvias en el centro y este del país. Según los especialistas, este fenómeno climatológico está ligado al ascenso de masas de aire cálido y húmedo a lo largo de una zona de baja presión atmosférica.
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