El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, anunció que no se presentará en las elecciones anticipadas de agosto, y llamó a las organizaciones políticas a unirse para defender la democracia en el país.
El asediado líder gobierna por decreto luego de invocar un mecanismo constitucional, el 17 de mayo llamado "muerte cruzada", con el que disolvió la Asamblea Nacional y adelantó elecciones presidenciales y legislativas, citando una crisis política y conmoción interna como justificación de la medida.
"Quiero ser claro, no aceptaré la postulación como candidato a la presidencia de la República en las próximas elecciones del 20 de agosto", sostuvo Lasso a periodistas y miembros de su gabinete en el palacio presidencial.
"Para este gobierno el trabajo no se detiene, al contrario, se va a redoblar. No tiene ningún sentido para mí hacer campaña cuando el país me necesita dedicado a los ciudadanos", añadió.
Lasso denunció lo que dijo es un sector político minoritario que daña al país y llamó a todas las organizaciones que apoyan la democracia a unirse contra el "autoritarismo".
El mandatario, quien asumió el cargo en 2021, enfrentó una presión constante de la Legislatura controlada por la oposición, donde intentaron dos veces destituirlo de su cargo.
El juicio político más reciente en su contra alegaba que hizo caso omiso de las advertencias de malversación de fondos relacionadas con un contrato en la empresa estatal de transporte de petróleo Flopec, cargos que el mandatario siempre negó.
El presidente y los legisladores elegidos en la votación de agosto estarán en el cargo hasta que finalice el mandato actual en 2025, cuando se llevarán a cabo las elecciones originalmente programadas. Si es necesario, se realizará una segunda vuelta presidencial el 15 de octubre.
Lasso ha defendido su decisión de convocar a elecciones argumentando que el proceso de juicio político -el primero contra un presidente ecuatoriano en décadas- tuvo motivaciones políticas y desató una crisis antidemocrática.
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