La condena de tres años de prisión contra el ex presidente Nicolás Sarkozy fue ratificada por la justicia francesa, en el marco de una investigación iniciada por denuncias de corrupción y tráfico de influencias.
Sin embargo, dos años son exentos por lo que debería cumplir un solo año, en su domicilio y con un brazalete electrónico, aunque no podrá votar ni ocupar cargos públicos en ese período, de acuerdo con el dictamen del Tribunal de Apelación.
Más allá de esta posibilidad, el ex mandatario confirmó que recurrirá la decisión del Tribunal de Casación acerca del denominado "Caso de las escuchas".
Sarkozy, quien gobernó el país entre 2007 2012, se convirtió de esta manera en el primer presidente condenado a una pena de prisión efectiva, ya que su predecesor -Jacques Chirac- había sido acusado de malversación, pero no cumplió ninguna pena de manera efectiva.
En tanto, su abogada, Jacqueline Laffont, sostuvo en declaraciones a la prensa que "Sarkozy es inocente, esta decisión es asombrosa", y reiteró que planea apelar la sentencia.
Sarkozy, de 68 años, tiene otros casos abiertos: la semana pasada la fiscalía financiera francesa pidió procesarlo por la supuesta financiación ilegal de su campaña de las elecciones presidenciales de 2007, por parte del régimen libio de Muamar Gadafi.
En 2021, la Justicia lo condenó por corrupción y tráfico de influencias por este caso de las escuchas, que se remonta a 2014, cuando ya no estaba en el poder. En este caso, Sarkozy y su entonces abogado, Thierry Herzog, montaron un supuesto "pacto de corrupción" para sobornar a un integrante del Tribunal de Casación.
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