La Asamblea Nacional de Ecuador inició la audiencia de juicio político contra el presidente Guillermo Lasso, que podría terminar en la destitución de su cargo, aunque el proceso aumenta la probabilidad de que disuelva al Legislativo para evitar una votación final.
Se necesitan 92 votos de los 137 miembros de la Asamblea Nacional para destituir a Lasso, quien, según los políticos de la oposición, hizo caso omiso de las advertencias de una supuesta malversación de fondos relacionadas con un contrato en la empresa estatal de transporte de petróleo Flopec.
Lasso ha negado la acusación y ha dicho que su administración hizo cambios al contrato, que se firmó antes de que él asumiera el cargo en mayo de 2021, para beneficiar al Estado, por recomendación de la Contraloría del país.
"Han creado una situación ficticia que no resuelve los problemas del pueblo ni de nadie", dijo el mandatario durante su defensa, refiriéndose a la oposición. "El mismo rencor que me profesan es la más grande prueba de mi inocencia". "Lo político jamás puede ser justificación para una ilegalidad", agregó Lasso.
La oposición, incluidos los aliados del partido del ex presidente Rafael Correa -él mismo acusado por corrupción-, se ha fortalecido tras la reelección el domingo de Virgilio Saquicela como presidente de la Asamblea Nacional.
La legisladora opositora Viviana Veloz presentó la moción para votar la censura y destitución del mandatario, ratificando las acusaciones en su contra.
Para evitar el juicio político, Lasso podría llamar a `muerte cruzada`, una figura de la Constitución que permite a los mandatarios ecuatorianos convocar a elecciones anticipadas tanto para su puesto como para la Asamblea Nacional bajo ciertas circunstancias, incluso si las acciones de la Legislatura bloquean el funcionamiento del Gobierno.
"Esa opción (la muerte cruzada) siempre se ha considerado y se la tiene, y la decisión es del presidente", dijo el lunes el Secretario Jurídico de la Presidencia, Juan Pablo Ortiz, a un medio digital. "Él decidirá cuándo".
Cientos de simpatizantes de Lasso se apostaron en las calles aledañas al edificio del Legislativo.
La mayor organización indígena del país, CONAIE, dijo que apoyaba la destitución del presidente. "Con Guillermo Lasso el Ecuador no tiene futuro, solo miedo e incertidumbre", añadió en un comunicado publicado en Twitter.
Si Lasso es destituido será reemplazado por el vicepresidente Alfredo Borrero hasta concluir el periodo en 2025.
En caso de que el presidente disuelva al Legislativo podrá gobernar con leyes urgentes emitidas por decreto hasta que se convoque a las nuevas elecciones, según la Constitución.
El tribunal electoral de Ecuador debe decidir la fecha de las nuevas elecciones dentro de un plazo de siete días posteriores a la disolución de la Asamblea Nacional.
El legislativo votó la semana pasada a favor de continuar con el juicio político con 88 votos.
Algunos legisladores han dicho que cualquier disolución sería inconstitucional y se negarían a cumplirla. El Gobierno y sus aliados han cuestionado la legalidad del juicio político.
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