La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció el fin de la pandemia por la viruela del mono. Fue después de casi un año en el que la enfermedad atacó a más de cien países del mundo dejando consigo varias personas afectadas.
De esta manera, ya no es una emergencia sanitaria mundial, lo que motoriza una respuesta internacional coordinada para desbloquear fondos para el intercambio de vacunas y tratamientos. El último informe de la OMS indicó que, desde principios de 2022 hasta el 8 de mayo pasado, hubo más de 87.000 casos en todo el mundo.
Desde comienzo del 2023, la organización había señalado que hubo una disminución sostenida de casos, aunque estaba la posibilidad de que varias regiones sufran un rebrote, algo similar a lo que ocurrió con el Covid-19.
“Ayer se reunió el Comité de Emergencia para la viruela del mono y acordó un nuevo plan, y me recomendó que el brote internacional ya no representa una emergencia de salud pública de importancia internacional. He aceptado ese consejo, y me complace declarar que la viruela del mono ya no es una emergencia de salud pública a nivel mundial”, anunció Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
Sin embargo, como hizo con el anuncio del coronavirus, el doctor resaltó que “aunque las alertas para la viruela del mono y el Covid-19 terminaron, la amenaza de nuevas oleadas se mantiene para los dos. Los dos virus siguen circulando y los dos siguen matando”. Por la enfermedad hubo casos en 111 países, el continente más afectado fue Europa, y murieron 140 personas.
Qué es la viruela del mono
Se trata de una infección viral en la que una persona desarrolla fiebre, fatiga, dolores musculares y una erupción cutánea que puede incluir el cuerpo entero. La viruela símica puede transmitirse de animal a humano cuando una persona entra en contacto con un animal infectado, es mordida o arañada por un animal infectado, manipula o consume carne de animales silvestres.
De persona a persona, el contagio se da por el contacto directo piel con piel con fluidos corporales, llagas, erupción cutánea o costras de una persona infectado, tocar objetos, ropa, sábanas o superficies utilizadas por una persona con la viruela símica o la exposición a gotitas respiratorias grandes.