El general Abdel Fattah al-Burhan, jefe del ejército sudanés, y el general Mohamed Hamdan Dagalo, líder de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés), acordaron en principio una tregua de siete días a partir del 4 de mayo, según un comunicado hecho público este martes por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Sudán del Sur.
Según el comunicado, el presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, subrayó la importancia de un alto el fuego más prolongado y de nombrar representantes para las conversaciones de paz, como acordaron ambas partes.
Sudán del Sur fue designado como uno de los países anfitriones de las conversaciones y se ofreció a mediar en el conflicto de Sudán.
Los combates, que se iniciaron el 15 de abril, ya causaron másde 500 muertos, principalmente en Jartum y en Darfur (oeste), y miles de heridos.
La lucha por el poder está centrada entre las tropas del general Burhan, líder de facto desde el golpe de Estado de 2021, y Dagalo, al mando del grupo paramilitar FAR.
El conflicto hundió al país, uno de los más pobres en el mundo, en una "verdadera catástrofe", según la ONU, que además advirtió sobre una posible propagación de la lucha a otros países del oriente africano.
Hasta el momento, al menos 73.000 personas huyeron a los países vecinos de Sudán, desde que estallaron los combates, según ACNUR (Agencia para Refugiados), que mencionó la salida de 50.000 personas el viernes pasado.
"Más de 800.000 personas" podrían huir de los combates en Sudán, alertó el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi.
"ACNUR, junto con gobiernos y socios, se está preparando para la posibilidad de que más de 800.000 personas huyan de los combates en Sudán para llegar a los países vecinos", dijo Grandi en su cuenta de Twitter. "Esperamos no llegar a eso, pero si la violencia no toca fin, veremos más personas obligadas a huir de Sudán en busca de seguridad", agregó.
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