Tamara Adrián está acostumbrada a romper barreras. En 2015 se convirtió en la primera persona trans en ser electa legisladora en América Latina. Entonces ocupó una banca de diputada en la Asamblea Nacional de Venezuela por el opositor partido Voluntad Popular de Leopoldo López. Ahora, a los 69 años, quiere ser la primera mujer trans presidenta en el mundo.
Más allá de si logra llegar al palacio de Miraflores, esta activista y abogada venezolana ya ha logrado un nuevo hito. “Soy la primera mujer trans que compite por un cargo presidencial. Existen diputadas, pero nunca ha habido una en una carrera presidencial”.
La activista LGTBQ y militante de derechos humanos acaba de lanzar su precandidatura presidencial por la agrupación “Unidos por la Dignidad” (UPDi). Va a competir en las internas de la atomizada oposición venezolana previstas para el 22 de octubre próximo. Sus principales adversarios serán la también excongresista María Corina Machado y el “standupero” Benjamín Rausseo, conocido popularmente como Er Cónde del Guácharo.
Quién es Tamara Adrián, la primera mujer trans en lanzar su candidatura presidencial
Tamara Adrián quiere ser la cabeza visible de la oposición venezolana y destronar a Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales de 2024, aunque desconfía de la transparencia electoral del chavismo.
Su figura es conocida en su país. Nacida como Tomás Adrián, siguió los mandatos de una sociedad conservadora, se casó y tuvo dos hijos. Egresada de la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas y doctora en Derecho Comercial de la Université Panthéon-Assas de París, tomó la decisión a principios de los 2000 de vivir de acuerdo a su percepción de género. Su cambio no fue sencillo y dejó secuelas en la relación con su familia. Venezuela es conocido por ser uno de los países más machistas de la región.
Finalmente, logró cambiar su identidad sexual en 2002 en Tailandia. En 2004 se presentó ante el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela para cambiar su identidad de género. Aún espera una respuesta.
A partir de entonces se convirtió en una activa militante a favor de la comunidad LGTBQ y de otras minorías, así como una ferviente defensora de derechos humanos. En 2015 se unió al Partido Voluntad Popular y logró un histórico escaño en el Parlamento, en unas elecciones en las que la oposición derrotó al oficialismo de manera holgada.
“Soy una persona que tiene la capacidad, la formación y los contactos necesarios para liderar una transición a la democracia. Que yo sea una persona trans tiene el mismo significado que cuando Barack Obama lanzó su candidatura a la Casa Blanca. Es la ruptura de algunos paradigmas que se quieren endilgar para limitar la participación política de personas a las que se consideran inferiores por alguna razón”, afirmó.
Adrián está convencida de que no solo puede ganar las primarias, sino también derrotar a Maduro. “Tengo un plan muy claro. Se trata de una transición hacia la democracia que debe agrupar a todas las personas posibles que quieran participar en un proceso de reconstrucción del país. Y tengo un fuerte respaldo entre los descontentos del chavismo”, señaló.
“Hay que remar en una sola dirección y de manera coordinada”
Para la precandidata presidencial, “los movimientos de tránsito a la democracia no son fáciles”. “Todos los casos exitosos tienen que ver con la existencia de acuerdos y coaliciones. Cuando un grupo pretende liderar un proceso prescindiendo de todos los demás, la experiencia siempre termina en una transición fallida. A diferencia de los otros candidatos que piensan que este es un sistema competitivo, yo lo veo como un sistema colaborativo, donde hay varios remeros en una barca y hay que remar en una sola dirección y de manera coordinada”, sostuvo.