El Estado Mayor Central (EMC), conformado por antiguos miembros de las FARC que rechazaron un acuerdo en 2016, anunciaron que están listos para instalar una mesa de diálogo con el Gobierno el 16 de mayo e iniciar conversaciones de paz.
El presidente izquierdista Gustavo Petro, un antiguo miembro de la guerrilla urbana M-19-, se comprometió a poner fin a seis décadas de un conflicto armado que ha dejado más de 450.000 muertos firmando acuerdos de paz o de rendición con los rebeldes y las bandas criminales, además de aplicar plenamente el pacto con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El EMC es una de las dos facciones disientes de las FARC y está conformado por antiguos dirigentes y combatientes que no aceptaron
el acuerdo de paz, que permitió en 2016 la reincorporación a la vida civil de 13.000 personas que conformaron un partido político
y recibieron 10 escaños en el Congreso.
"Anunciamos ante todo el mundo que nuestros delegados a la mesa de diálogo con el Estado colombiano, en cabeza del Gobierno Nacional, ya están listos para el 16 de mayo del presente año", dijo a periodistas Ángela Izquierdo, vocera del grupo armado, en una reunión del grupo rebelde en los Llanos del Yarí, en límites entre los departamentos del Meta y Caquetá, en el sur del país.
Inmediatamente no hubo comentarios del Gobierno de Colombia ni del alto comisionado para la paz.
El fiscal general, Francisco Barbosa, suspendió a comienzos de marzo las órdenes de captura contra unos 20 miembros del EMC, lo que facilitó una reunión de los líderes del EMC en los Llanos del Yarí, en donde acordaron la fecha para la instalación de la mesa de diálogo.
El grupo, conformado por 3.530 personas -2.180 combatientes y 1.350 auxiliadores-, mantiene un cese al fuego bilateral con el Gobierno colombiano desde principios de año.
La otra facción disidente de las FARC es la Segunda Marquetalia, que en agosto de 2019 regresó a la lucha armada, alegando que el Estado incumplió el acuerdo de paz.
Algunos expertos jurídicos sostienen que el abandono del acuerdo por parte de Segunda Marquetalia la convierte en grupo criminal y le impide al Gobierno darle un estatus político para iniciar una conversación de paz, por lo que la única alternativa es el sometimiento a la justicia.
El Gobierno de Petro restableció conversaciones de paz con los rebeldes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las dos partes buscan avanzar hacia un acuerdo bilateral de cese al fuego en una tercera ronda de las conversaciones que se iniciarán próximamente en Cuba.
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