En medio de una ovación de todos los presentes, Nelson Castro subió al escenario para recibir la estatuilla dorada por su labor en AM al frente del programa Crónica de una tarde anunciada (Rivadavia) y realizó un discurso en el que valoró la pluralidad de voces en los medios de comunicación. “Es una emoción muy grande, felicitaciones a Santiago del Moro por el oro que se ganó y agradezco a todos por el cariño que me dispensan. Quiero mandarle un saludo a Jorge Lanata. Mejorate... te necesitamos bien”, dijo realmente conmovido al inicio de su discurso. El conductor y médico, que previamente había subido al escenario para recoger la estatuilla a mejor labor periodística y el reconocimiento a su programa como mejor ciclo vespertino diario, no dudó en destacar cómo durante la totalidad del evento hubo una convivencia armoniosa y hasta cariñosa entre comunicadores que tienen miradas muy distintas sobre la realidad del país. “Me conmueve verlos a todos ustedes hasta el final de la ceremonia, eso es un ejemplo de lo que es la radio. El nivel de convivencia entre los que pensamos A, B o C, hoy estuvimos acá respetándonos y saludándonos. Ese es el mensaje que quiero dejar en este momento tan emocionante para mí: debemos construir una sociedad de respeto”, destacó. Luego, hizo un profundo análisis sobre lo motivos que mantienen a la radio como una experiencia enriquecedora para los oyentes. “Nosotros los periodistas tenemos una responsabilidad y la radio también: defender el pluralismo de todos los autoritarismos. Es muy importante que estén todas las voces que piensan diferente a mí, como también de las que piensan igual”. Y añadió: “De esa manera vamos a asegurar la vigencia de la radio, porque ese es el motivo de la vigencia: la gente escucha todas la voces y eso es fundamental para la vida en democracia y también para educar”. “Ante el autoritarismo y las dirigencias que fallan, este consenso para respetar a los que piensan diferente es fundamental. La grieta nos embrutece y la pluralidad nos enriquece. Hoy la radio es garantía de pluralidad. ¡Viva la radio para siempre!”, concluyó y volvió a ser aplaudido de pie por sus colegas.